• La educación básica no debería estar enfocada solamente a alfabetizar a la población, afirmó el Premio Nacional de Ciencias y Artes 2016 

 

 

Felipe Garrido, escritor, editor, traductor y miembro de la Academia Mexicana de la Lengua (foto de archivo)

Felipe Garrido, escritor, editor, traductor y miembro de la Academia Mexicana de la Lengua (foto de archivo)

 

David Sandoval Rodríguez 

Xalapa, Ver.- Es urgente comenzar a formar a niños capaces de leer y escribir, de lo contrario seguiremos siendo un país educado miserablemente, afirmó Felipe Garrido, escritor, editor, traductor y miembro de la Academia Mexicana de la Lengua, quien prefiere ser conocido como un incansable promotor de la lectura. 

Es en este sentido que el maestro Garrido, autor de Cómo leer (mejor) en voz alta: guía para contagiar la afición a leerPara leerte mejor: mecanismos de lectura y de la formación de lectores y El buen lector se hace, no nace, entre más de 35 obras, recalcó la importancia de tener profesores en educación básica y padres de familia que también se conviertan en lectores, ya que la lectura, como ha dicho, “se transmite por contagio”. 

Felipe Garrido conversó con Universo Sistema de noticias de la UV sobre la impostergable necesidad de fomentar la lectura y la escritura desde los primeros años de la educación escolar. 

 

En el marco del Día Internacional del Libro, que se celebra el 23 de abril, ¿qué nos podría decir acerca de su importancia en la historia de la humanidad? 

Está bien hacer una historia del libro, pero considero que nos la podemos ahorrar y mejor hablemos de la importancia de formar lectores: en sociedades como la nuestra la lengua tiene dos formas de ser, tiene una doble naturaleza. 

Tenemos una forma oral, la lengua se habla y se escucha, esa es la forma original de la lengua, antes de ser escrita fue puramente hablada durante muchísimos años; por otro lado, está la lengua escrita. 

Nuestra sociedad se ha construido a partir de la lengua escrita, nuestras leyes, nuestros conocimientos, nuestras imaginaciones pasan por la lengua escrita y a estas alturas de la historia, ningún ser humano debería no ser lector; así como todos tenemos que hablar y escuchar, como un derecho que tenemos en el uso de la lengua para poder expresarnos y decir lo que pensamos, lo que creemos, lo que sabemos y lo que imaginamos, tenemos que hacerlo en la lengua oral y en la lengua escrita, pero en México la necesidad más urgente que se tiene es formar lectores. 

 

¿Cómo entender el problema al que nos enfrentamos? 

Tenemos que explicar primero qué quiere decir un lector. Es alguien capaz de entender lo que lee, porque cuando leemos un texto sin entenderlo, realmente no estamos leyendo, en este punto sólo estamos alfabetizados, pero estar alfabetizados no es suficiente. 

Quedarse en esa etapa de poder decir lo que está escrito sin entenderlo no es admisible, es una injusticia inmensa que tengamos una población tan grande que no es capaz de entender lo que lee, y me estoy refiriendo a los estudiantes que llegan a las universidades, quienes ya cursaron seis años de primaria, tres de secundaria, tres de preparatoria y, en una enorme proporción, cuando llegan a la universidad –según sabemos por las pruebas que se les hacen a los alumnos de nuevo ingreso– no entienden lo que leen o lo entienden a medias. 

Eso es un defecto gravísimo de nuestro sistema educativo que se ha dedicado a alfabetizar a la población, no a convertirla en verdaderos lectores, en personas capaces de entender lo que leen y escribir en forma clara y correcta en el momento en que terminan su educación básica; no se trata de que todos sean poetas, eso es otra cosa. 

La educación básica debería estar enfocada en conseguir eso y actualmente no lo hace, por eso es una necesidad absolutamente urgente: que seamos capaces de enfocar la educación básica a formar lectores capaces de escribir con claridad y corrección. 

De no ser así, seguiremos teniendo un país miserablemente educado como el que tenemos, donde no se entiende que la gente debe cuidarse para protegerse del coronavirus, que admite estar gobernada en forma tan lamentable como estamos actualmente; un país que no puede defenderse porque es inmensamente ignorante, creo que eso tenemos que verlo como una necesidad urgente. 

 

Usted ha mencionado en entrevistas previas que la lectura se transmite por contagio, ¿podría ampliarnos esta idea? 

A lo que me refiero es que los promotores de lectura más importantes del país deberían ser los maestros de educación básica, ellos deberían ser los primeros lectores y ser capaces de escribir clara y correctamente. 

Si examinamos al magisterio vamos a encontrar, por supuesto, a muchos maestros excelentes que entienden lo que leen y son capaces de manifestarse por escrito, pero no son la mayoría, siguen siendo una minoría y esto es lamentable. 

¿Qué pueden contagiar estos maestros a sus alumnos? No los pueden contagiar de nada. Lo hemos visto en este año porque lo transmitido en los programas no alcanza a contagiar a los alumnos de nada, ha sido verdaderamente muy lamentable lo que se ha hecho por televisión pero no puede ser de otra manera porque tenemos una población de docentes donde el número de lectores es mucho menos de la mitad. 

Por eso necesitamos tener maestros que sean lectores y capaces de transmitir lo que leen, mientras no tengamos un magisterio con esas características no pueden contagiar a sus alumnos lo que deberían contagiarles. 

 

En el contexto actual, hace 20 años algunas personas vaticinaban que se venía el final del libro impreso, pero esto no ha sido así… 

Ni va a ser así nunca; por otro lado, eso no debería tener importancia. En una pantalla se pueden leer cosas tan importantes como se leen en un libro; al contrario, el mundo digital hace más amplio al mundo de la lectura y qué bueno que haya libros impresos y que haya libros que circulen de forma digital, en realidad los mecanismos de lectura no cambian, son los mismos. 

 

En este momento, donde como usted menciona es urgente transmitir el gusto por la lectura, ¿cómo podemos empezar a hacerlo? 

Bueno, la educación básica no debería estar enfocada nada más a alfabetizar a la población; debería estar enfocada a formar lectores capaces de escribir. 

Se deberían hacer cambios en la manera en que se imparten las clases durante la primaria y la secundaria para que esos años que son obligatorios enseñen a esos estudiantes lo que hace falta, ese sería el gran cambio que requiere nuestro sistema educativo, porque la famosa Nueva Escuela Mexicana no tiene nada de nueva hasta ahora. 

El cambio que debería tener nuestra educación básica es estar encaminada a formar lectores capaces de escribir. 

 

¿Qué podría recomendar los padres de familia que detectan en sus hijos pequeños el interés por la lectura? 

Lo primero que podrían hacer es convertirse en lectores ellos mismos, porque si lo estamos diciendo de los maestros también hay que decirlo de los padres, deberían formarse como lectores y proteger ese gusto en sus hijos. 

Cuando uno va con un niño a la librería, lo deja que revuelva los libros, que escoja lo que quiera leer y uno le puede comprar uno o dos libritos, cada semana o cada mes, puede hacer más por la educación de sus hijos y convertirlos en lectores capaces de leer y escribir. 

 

¿Diría que hay una luz de esperanza en que sean los padres quienes pueden ayudar a los niños a convertirse en lectores? 

Si uno ve lo que ha pasado en los últimos años, se ha avanzado; claro que hay instituciones como la Universidad Veracruzana, que tiene el mejor programa para la formación de lectores que hay en el país porque está dirigido a los maestros, a los alumnos, a los funcionarios y a los trabajadores de la institución, es decir, a toda la comunidad universitaria; además, publican una colección de libros de primera que es la Biblioteca del Universitario, creo que en la Universidad Veracruzana se ha trabajado muy bien, lo que hace falta es seguir trabajando igual.