• En la FILU Virtual se presentó el libro Librado García Smarth. La vanguardia fotográfica en Jalisco 
La obra se presentó en la FILU

La obra se presentó en la FILU

 

Omar Gasca 

Xalapa, Ver.- El libro Librado García Smarth, la vanguardia fotográfica en Jalisco, editado por Alberto Tovalín Ahumada y José Antonio Rodríguez, se presentó el miércoles 9 de junio en la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU) Virtual 2021 de la Universidad Veracruzana (UV). 

Es más que un libro en pasta dura, impreso en distintos papeles, con un tiraje de mil ejemplares. Por donde se le vea, es un producto inusual. Quizá para notarlo sea necesario ser amigo de los libros, entusiasta de la fotografía, el arte o la imagen y sujeto potencial del asombro. 

A lo largo de la historia, muchos filósofos y poetas han disertado sobre el asombro, eso que no es otra cosa que una impresión en el ánimo que alguien o algo causa gracias a una cualidad que apreciamos extraordinaria. Sin asombro no hay filosofía, se ha dicho; probablemente tampoco arte y casi nada memorable. Si hablamos de este libro, en tanto objeto o cuerpo que organiza contenido y forma, es a lo que mueve, a recibir un importante y vivo impacto emocional. 

Para quienes no conocíamos la obra de Librado García Smarth, se trata de una gran revelación. Su paso del pictorialismo a la vanguardia es excepcionalmente relevante y sus retratos y el uso o aprovechamiento de la sombra constituyen una gran y sugerente propuesta estética. 

Es importante señalar que hablamos de un fotógrafo, de un valioso artista de provincia, lo que confirma el hecho de que no sólo en el centro se producen notables aportaciones. 

Pocas cosas se parecen al placer de descubrir o entender algo. La obra de Librado García Smarth es un gran descubrimiento y un gran rescate del posible olvido o de su invisibilidad en el mundo de la fotografía y la cultura. 

Tal hecho se asocia con la historia que sostiene que Mendelssohn, habiendo acompañado a su madre al carnicero, observó que éste envolvía la carne en papel pautado completamente cubierto de notas musicales. Ya en casa, descubrió que se trataba de partituras de Bach, cantatas, oratorios y algo más. Este hombre de nombre largo, famoso autor de la Marcha nupcial, Jakob Ludwig Felix Mendelssohn Bartholdy, regresó con el carnicero y le compró el resto de los papeles. Son encuentros afortunados, como el que involucra a este libro. Pensamos en el fotógrafo y en el consumidor potencial del ejemplar y en consecuencia en sus mediadores, los editores. 

Un libro es un producto siempre colectivo, así sea una novela. El escritor hace el texto, pero alguien diseña la página y la portada y alguien más corta papel, imprime, refina, cose o encuaderna de cierta forma. No suelen darse, como en el cine, todos los créditos de un libro; no, en la portada. 

En el caso que nos ocupa, el libro ha reunido muchísimas bondades y da lugar a lo que en gastronomía calificamos como “un buen maridaje”: el vino que le va bien al pescado o aquel otro a la pasta o a la carne. Entre la obra del fotógrafo referido, el abordaje de la misma, la edición, el cuidado editorial y el diseño, estamos frente a un peculiar trabajo: asombra, por muchos lados; y produce la admiración y el agradecimiento que merece aquello que nos presenta propiedades que identificamos con la calidad. 

Se debe en principio a los editores Alberto Tovalín y José Antonio Rodríguez –fallecido hace tres meses–, pero también a distintos investigadores o colaboradores como Giovanna Jaspersen, Brenda Ledesma, Arturo Ávila Cano, Rosa Casanova, y por supuesto a quienes contribuyeron paso a paso a dar forma al libro como cuerpo físico, notablemente Teresa Peyret, su diseñadora. Ya lo han advertido otros, pues por algo merecidamente obtuvo el Premio del INAH “Antonio García Cubas” en la categoría de Mejor Libro de Arte. 

Librado García Smarth, la vanguardia fotográfica en Jalisco es, sin lugar a dudas, una gran contribución editorial, plástica y cultural que, por cierto, produce envidia de la buena.