LA HIERBABUENA Y SUS PARIENTES EN EL JARDÍN  

Por: Brenda Yudith Bedolla García1 & Luis Rey Flores Pérez2

1Instituto de Ecología, Centro Regional del Bajío, Herbario IEB

2Instituto de Ecología, Centro Regional del Bajío, Centro de computo

 

Resumen

Las hierbas de olor de la familia Lamiaceae son ampliamente cultivadas en nuestros jardines, son usadas con fines culinarios, medicinales y aromatizantes, entre otras. Algunas plantas son endémicas de México y otras han sido introducidas de otras partes del mundo.

 

Palabras clave

Usos, plantas aromáticas, Lamiaceae

 

Figura 1. 1. Flor con 5 pétalos, 2. Flor bilabiada. (Créditos fotográficos: 1. foto disponible en naturalista.org; 2. B. Bedolla)

 

Cuando era niño, mi madre solía mandarme al jardín a cortar hierbas de olor para condimentar los alimentos o para curar alguna enfermedad, era frecuente que cortará albahaca, orégano, tomillo, mejorana, menta, yerbabuena, toronjil, chía, marrubio, poleo, mirto, romero, nurite, lavanda, entre otros. A esa edad yo veía todas estas hierbas prácticamente iguales (con algunas ligeras diferencias) y, además olían y sabían casi igual. Años más tarde, descubrí que todas esas plantas pertenecen a un grupo de plantas denominado “Lamiaceae” o “familia de la menta o yerbabuena”. Estas plantas se caracterizan por presentar tallos tetrangulares, hojas opuestas y muy aromáticas, y flores fusionadas con 5 pétalos o bilabiadas (ver Figura 1).

Las lamiáceas son muy apreciadas en el ámbito culinario, por ejemplo, que sería de un pozole sin orégano (nombre científico: Origanum vulgare), un mojito cubano sin menta (Mentha spicata), una deliciosa pasta sin albahaca (Ocimum basilicum) o un pescado sin el aroma del romero (Salvia rosmarinus). Desde el punto de vista medicinal también son muy utilizadas, el toronjil (Agastache mexicana), la yerbabuena (Mentha arvensis), el nurite (Clinopodium macrostemum) y el mirto (Salvia microphylla) son ampliamente usadas para dolores estomacales. En la industria de la perfumería la lavanda (Lavandula dentata) y el pachuli (Pogostemon cablin) son utilizados en la elaboración de cremas corporales, perfumes y productos de limpieza (ver Figura 2).

Figura 2. 1. Lavanda, 2. Marrubio, 3. Nurite, 4. Toronjil, 5. Hierbabuena, 6. Mejorana, 7. Tomillo, 8. Mirto. (Créditos fotográficos: 1-2, 4-7 fotos disponibles en naturalista.org; 3,8 B. Bedolla)

 

A nivel mundial existen aproximadamente 7,173 especies de Lamiáceas, se distribuyen de manera natural en el Mediterráneo, África, China, Australia y América. En México se registran 598 especies que crecen de manera natural (nativa), principalmente en los bosques templados.  Es importante mencionar que la gran mayoría de las plantas (Lamiáceas) que cultivamos en nuestros jardines son introducidas, es decir, no crecen de manera natural en nuestro territorio, por el contrario, fueron traídas por los españoles, por ejemplo, la menta, la yerbabuena, el tomillo (Thymus vulgaris), la mejorana (Origanum majorana), el romero y la lavanda, entre otras. Por el contrario, plantas como el nurite, el toronjil y la chía son 100% mexicanas, es decir son plantas que crecen de forma natural en nuestros bosques. Sin importar el origen, ¡sigamos disfrutando de sus beneficios!

 

Referencias:

Martínez-Gordillo M., Bedolla-García B., Cornejo-Tenorio G., Fragoso-Martínez I., García-Peña M. del R., González-Gallegos J. G., Lara-Cabrera S.I. & Zamudio S. 2017. Lamiaceae de México. Botanical Science 95(4): 780-806.