LAS PLANTAS DE SEMANA SANTA
Rosario Redonda-Martínez
Red de Diversidad Biológica del Occidente Mexicano, Instituto de Ecología A.C., Centro Regional del Bajío
rosario.redonda@inecol.mx
Itzi Fragoso-Martínez
Flora de Veracruz, Secretaría Académica, Instituto de Ecología A.C., Xalapa
itzi.fragoso@inecol.mx
Resumen
Las plantas están presentes en varios aspectos de nuestra vida cotidiana, por ejemplo, en la comida, adornando jardines y parques. Pero también se emplean en ceremonias religiosas, ¿quieres conocerlas?
Palabras clave
Flor de la pasión, simbología, taxonomía, tradiciones, uso ornamental.
México es un país lleno de coloridas tradiciones en las cuales, no pueden faltar las plantas. En esta entrega nos enfocaremos en dar a conocer aquellas que se utilizan en las festividades de semana santa, ya que independientemente de que profesemos o no alguna religión; resulta innegable el colorido morado y blanco de la época, cuyo contraste salta inmediatamente a la vista de cualquier persona.
Quizás la planta más representativa de esta época sean las palmas, debido al simbolismo que tienen en la celebración del domingo de ramos. Para elaborar estas artesanías se emplean hojas jóvenes de palma, que suelen ir acompañadas de laurel (Figura 1), romero, manzanilla y claveles blancos o rojos; aunque estos elementos se pueden sustituir por elementos vegetales presentes en la región donde ocurra el festejo. Por ejemplo, en algunas regiones de Puebla y Oaxaca, se usan hojas de bromelias (tenchos) en lugar de palma, ciprés, enebro, jarilla, orquídeas y otras flores silvestres de temporada, con las cuales también se elaboran arcos en la entrada de los poblados.
En Michoacán y específicamente en la ribera del lago de Pátzcuaro, son comunes los altares de dolores, en los cuales, diversos elementos vegetales juegan un papel central. El trigo, es básico, empleando las espigas y las plantas jóvenes; esto con la finalidad de representar el ciclo vital, pues la existencia de una nueva planta de trigo requiere que las semillas contenidas en las espigas “mueran” al sembrarse en la tierra, para dar origen a una nueva vida por medio de la germinación y el crecimiento de nuevas plantas. En estos altares, abundan las especies con follaje o flores moradas y blancas, por ejemplo, la col morada ornamental, crisantemos blancos, violetas u orquídeas. En algunos poblados de la región lacustre también se elaboran arcos con ramas de enebro, palma o ciprés, los cuales se decoran con flores de jarilla, flor de papel, frutos de higuerilla, artesanías de hoja de maíz o semillas, ya sean trigo, maíz, frijol o una combinación de ellas (Figura 2).
Existe un grupo de plantas que, si bien no se usan en las festividades de semana santa, guardan una estrecha relación con ellas. Se trata de las pasifloras, también conocidas como pasionarias o simplemente, flores de la pasión. Aunque con el último nombre muchas personas suelen relacionarlas con el amor, éste dista mucho de haberse acuñado para honrar a este sentimiento. Incluso se ha llegado a pensar que el nombre pasionaria, hace referencia a la paz, ya que como es bien sabido, las pasifloras contienen pasiflorina, un compuesto químico que tiene propiedades para calmar la ansiedad, tratar afecciones del sistema nervioso y el insomnio; esto se descubrió con base en el conocimiento tradicional, ya que diversos grupos indígenas del continente americano usaban la infusión de las flores de la pasionaria para aliviar enfermedades nerviosas y serenar la mente. Las flores de la pasión son plantas de belleza excepcional. Sin embargo, no sólo se emplean como ornamentales, sino también en la alimentación, pues hay especies que se cultivan por sus frutos, entre ellas el maracuyá y la granada china (Figura 3).
La flor de la pasión lleva este nombre porque así la bautizó un misionero agustino, que la descubrió durante un viaje a México y decidió llevarla a Europa, pues quedó impresionado con las estructuras florales que asoció con elementos de la pasión y crucifixión de Jesús. Con base en la interpretación del misionero, la corona que rodea al ovario y a los estambres representaba la corona de espinas; las cinco anteras, el mismo número de heridas de Jesús; los tres estigmas, correspondían a los tres clavos; mientras que los cinco pétalos y sépalos, a los diez apóstoles que fueron fieles hasta el final; el androginóforo, una estructura que eleva al ovario y a los estambres, representaba la columna de flagelación, en la que fue torturado Jesús antes de la crucifixión, mientras que los zarcillos, unos filamentos que ayudan a las plantas a trepar, simbolizaban los látigos o flagelos con los que los romanos azotaron a Jesús (Figura 4).
El misionero agustino mostró la flor de la pasión al sacerdote e historiador Giacomo Bosio, quien también quedó estupefacto al ver en ella la representación simbólica de la pasión e incluyó su descripción junto con el nombre Passiflora, en una de sus obras. Aunque la descripción botánica formal fue hecha por Linneo, él retomó el nombre acuñado por Bosio y nombró Passiflora a este grupo de plantas, indicando que deriva del latín flos passionis y significa flor de la pasión, haciendo alusión a la pasión de Jesús.
Referencias
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Haeckel, I.B. 2008. The “Arco Floral”: Ethnobotany of Tillandsia and Dasylirion spp. in a Mexican religious adornment. Economic Botany 62(1): 90-95.
Killip, E.P. 1938. The American species of Passifloraceae. Publications Field Museum of Natural History, Botanica Series 19(1-2): 1-613.Solano Gómez, R., G. Cruz Lustre, A. Martínez Feria y L. Lagunez Rivera. 2010. Plantas utilizadas en la celebración de la semana santa en Zaachila, Oaxaca, México. Polibotánica 29: 263-279.