México. 06 de septiembre del 2024.-Todos tenemos una rutina para cuidar nuestra piel, ya sea en un sentido estético, para aliviar alguna dolencia o mejorar la elasticidad de los músculos. Esta puede incluir tomar baños o lavar alguna zona del cuerpo con agua caliente y después con agua fría, con algún tónico o simplemente, con el agua helada y hasta con hielos.

Este tipo de procedimientos se denominan como crioterapia, que se trata básicamente de un baño helado. Esta palabra proviene del griego y significa ‘frío helado’.

Las terapias que se realizan bajo este procedimiento se están volviendo cada vez más populares entre las personas, debido a que se cree que es capaz de relajar y recuperar la movilidad en el caso de los dolores musculares, por lo que existen varias técnicas para enfriar el cuerpo, estando entre ellas:

° Inmersión en agua fría: consiste en sumergirse en agua fría, ya sea en una bañera o en un cuerpo de agua que tenga una temperatura de aproximadamente 15°C.

° Crioterapia de cuerpo entero: utiliza una cámara que bombardea con aire helado, en la que no es necesaria el agua a bajas temperaturas.

° Aplicación de hielo: se aplica hielo o una compresa fría en una parte del cuerpo.

° Duchas frías: la persona se coloca bajo un chorro de agua fría con el agua caliente cerrada.

Y a pesar de que estas prácticas se han popularizado, un estudio publicado en la revista Nature Scientifics Reports menciona que se realizaron algunas pruebas a participantes que fueron sometidos al método Wim Hof, lo que es una exposición al agua fría, hacer ejercicios de respiración y meditación por 15 días.

Tras finalizar el experimento, se encontró que ninguno de los participantes presentó cambios en la presión arterial, la función y frecuencia cardiaca o el estado de ánimo. Debido a los resultados, es necesario recabar más evidencias para determinar si la crioterapia beneficia al organismo.

El doctor Andrew Jagim, especialista en medicina deportiva, menciona que en el caso de la recuperación muscular o tras una lesión, existen otros métodos para relajar los músculos, entre los que se encuentran aplicar hielo inmediatamente después de sufrir una lesión para reducir la hinchazón y el dolor.

«Si un deportista tiene un período de entrenamiento intenso de dos semanas o un torneo de tres días y tiene problemas de dolor o molestias, puedo recomendarle que añada baños de hielo después del entrenamiento o durante el día», comenta el profesional. Sin embargo, también afirma que esta terapia no es para hacerla todos los días, porque puede obstaculizar las adaptaciones del músculo a largo plazo.

Por este motivo es que no es tan recomendable que se lleve a cabo esta terapia de manera recurrente, sino más bien tomar en cuenta las recomendaciones que brindan los especialistas en el tema, sobre todo si nos encontramos dentro del área de los deportes para evitar algún inconveniente con nuestra salud más adelante.