Xalapa, Ver.- A través de una gran variedad de iniciativas gestionadas por el proyecto Acciones para el Respeto y Protección Animal (ARPA), la Universidad Veracruzana (UV) se ha convertido en una institución aliada en la defensa de la fauna, con diversas actividades realizadas por alumnos, docentes, investigadores y trabajadores de esta casa de estudios.
Lourdes Jiménez Mora, coordinadora de Proyectos Especiales de la Dirección General de Difusión Cultural (DGDC), explicó que ARPA busca fomentar la participación ciudadana en pro de la protección, bienestar y derechos de los animales, orientada a la sustentabilidad y cultura de paz.
Maltrato animal, latente en México
De acuerdo con cifras de 2021 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), alrededor del 70% de animales domésticos en México sufren algún tipo de maltrato; además, según datos de la asociación iberoamericana AnimaNaturalis, el país ocupa el primer lugar en Latinoamérica en violencia hacia ellos.
Esta situación deja en manifiesto la importancia de que instituciones de educación superior promuevan iniciativas como ARPA entre su comunidad y la sociedad en general.
Con motivo de los festejos de sus 10 años de existencia, el proyecto llevó a cabo a principios del año el ciclo de conferencias virtual “Animales, cultura de paz y sustentabilidad”, en el que especialistas de diversas entidades de la UV y externos hablaron sobre varios temas.
Con base en la información adquirida, 77 alumnos que estudian distintas disciplinas en las cinco regiones universitarias desarrollaron 32 proyectos de intervención comunitaria en beneficio del bienestar animal.
Amelia Arias Flores y David Ernesto González Martínez, de la Licenciatura en Contaduría del Sistema de Enseñanza Abierta (SEA) en Coatzacoalcos-Minatitlán, crearon infografías y un video para concientizar a las personas sobre el correcto trato a los animales, y la importancia de algunas acciones como pasear a sus perros con correa.
Con el material audiovisual mencionado invitaron a la reflexión y buscaron dejar en claro que, aunque no se consideran humanos, los animales son capaces de percibir emociones negativas como miedo y dolor.
Por su parte, Vielka Shaylee Ruiz López, quien cursa la Licenciatura en Psicología en Xalapa, participó en la creación de libros para colorear dirigidos a niños de tres a cinco años, con imágenes que fomentan la protección animal y del medioambiente.
“Se vendió cada uno en 10 pesos y los fondos recaudados se donaron a un albergue que rescata a perritos callejeros”, compartió.
La joven confesó que aunque la vida de los animales le era indiferente, después del ciclo de conferencias citado esto cambió, y ahora percibe la situación con una nueva visión.
Ana Lizbeth Rodríguez Wehber, alumna de la Licenciatura en Medicina Veterinaria y Zootecnia en Veracruz, elaboró un recetario inspirado en platillos típicos de la cocina mexicana, en el cual sólo incluyó ingredientes de origen vegetal.
“Con esta iniciativa, se busca difundir opciones de dieta libres de crueldad animal”, enfatizó.
A su vez, Carey Gabriela Hernández Hernández, estudiante de la Licenciatura en Enfermería en la región Poza Rica-Tuxpan, analizó la información existente en su localidad sobre maltrato animal, con la finalidad de buscar una correlación con la violencia entre humanos y dar una conferencia en su Facultad.
“Si en un hogar una mascota sufre de acoso o malos tratos, es probable que la situación se replique con algún niño o mujer”, mencionó.
Oscar Josuán Pérez Ávalos, quien cursa Gestión y Dirección de Negocios en la región Orizaba-Córdoba, abordó el impacto del cautiverio en la mente de los animales, por medio de una serie de actividades realizadas con objetivo de sensibilizar a las personas.
“Se expuso un marco histórico del origen de las mascotas, y se explicó por qué la fauna silvestre necesita su hábitat natural para vivir con plenitud”, compartió.
El alumno de Medicina en Veracruz, Leonardo Nájera Arroyo, elaboró folletos y los repartió en el barrio de La Huaca, en los cuales detalló cómo el maltrato animal puede provocar secuelas en los niños que lo presencian y afectar su desarrollo.
“Contrario a lo que se piensa, éste ocurre en todos los países y no sólo en naciones subdesarrolladas”, aseguró.
Con información de Universo