¿CÓMO VIVE EL VENADO BURA EN EL DESIERTO?

Por: Sonia Gallina

Red de Biología y Conservación de Vertebrados, Instituto de Ecología A.C. 

Resumen

Fig. 1 Desierto Chihuahuense en la Reserva de la Biosfera de Mapimí. Crédito: Sonia Gallina.

En este articulo tratamos de explicar el comportamiento del venado bura que ha desarrollado para enfrentarse a las condiciones adversas de las zonas áridas que presentan elevadas temperaturas y muy baja precipitación, que le ha permitido sobrevivir en esos ambientes. Esto a través del uso de la radiotelemetría que permite el seguimiento de los individuos, para conocer sus patrones de actividad.

Palabras Clave: Comportamiento, Reserva de Mapimí, venado bura, zonas áridas.

Artículo

El venado bura (Odocoileus hemionus) conocido también como venado mulo o simplemente bura, es uno de los grandes herbívoros ramoneadores, es decir consume principalmente hojas y frutos de plantas arbustivas, y cuando las hay, también come herbáceas.

Fig. 2 Venado bura de Mapimí. Crédito: Sonia Gallina.

Es un animal que se ha adaptado a vivir en zonas áridas, donde las altas temperaturas y las escasas lluvias, crean condiciones estresantes tanto para las plantas como para los animales que ahí conviven. En zonas áridas la disponibilidad de recursos (agua y alimento) es limitada y este venado se ha adaptado a través de meca­nismos tanto conductuales como fisiológicos. En esta ocasión voy a presentar información que se ha recabado durante un estudio de muchos años de la población de buras que se encuentra en la Reserva de la Biosfera de Mapimí, en el vértice de los estados de Durango, Chihuahua y Coahuila, en el corazón del Desierto Chihuahuense.

Fig. 3 Red de caída para capturar venados. Crédito: Sonia Gallina.

El venado bura tiene la mayor actividad al amanecer y atardecer por lo que se le conoce como una especie “crepuscular”, cuando la temperatura ambiental no es tan elevada, ya que puede llegar a rebasar los 40°C a mediodía. Esto lo sabemos gracias a una técnica que se conoce como radiotelemetría, que consiste en capturar a los venados con una red especial como carpa de circo de 15 m x 15 m, y que abajo se les coloca comida especial para caballos, una vez capturados se les tiene que vendar los ojos para que se tranquilicen y se les amarra las 4 patas juntas para evitar patadas peligrosas.

Fig. 4 Antena receptora de la señal emitida por los collares de radiotelemetría. Crédito: Sonia Gallina.

Entonces se les pone un collar especial que tiene un transmisor que permitirá localizarlos con ayuda de antenas y un receptor. Se tienen que utilizar dos antenas colocadas en dos sitios altos de preferencia para que dos personas simultáneamente localicen los animales y cada collar tiene una frecuencia específica para identificarlos. De esta forma, siguiéndolos durante ciclos de 24 horas, podemos determinar donde se encuentran, que están haciendo, si están comiendo, echados o desplazándose. Estos comportamientos se pueden determinar mediante un sensor que lleva el transmisor que modifica la frecuencia de la señal. Todo esto lleva mucho esfuerzo y tiempo para lograr conocer la conducta de estos animales y entender cómo le hacen para sobrevivir en estas condiciones de aridez.

Fig. 5 Venado bura hembra con collar de radiotelemetría. Crédito: Sonia Gallina.

Hemos encontrado que las áreas que prefiere el venado en Mapimí para descansar son las que presentan una asociación vegetal de gobernadora (Larrea tridentata), nopal rastrero (Opuntia rastrera) y ocotillo (Fouquieria splendens). Se encontró que los venados dedican la mayor parte del tiempo a descansar (63.41 %), seguido de pautas como caminar, estar parados o alimentándose intermitentemente (en movimiento, 21.26 %) y la menor cantidad de tiempo es dedicada a estar alimentándose (15.34 %). Permanecer echa­dos la mayor parte del día les permite tener una adecuada termorregulación, al evitar la pérdida de agua por transpi­ración, y maximizar su energía. Ahora bien, resulta que el tiempo que dedican a alimentarse es el menor en comparación con las otras actividades, lo que podría estar indicando que invierten más de su tiempo a desplazarse debido a la distribución espacial de los recursos ya que las plantas que utiliza como comida están dispersas en parches, o tal vez también para evitar a sus depredadores. El principal depredador que tiene este venado en Mapimí es el puma.

Fig. 6 Venado bura comiendo. Crédito: Sonia Gallina.

Estos estudios nos ayudan a entender un poco más sobre su ecología con­ductual y las estrategias adaptativas en ambientes áridos.

 

Pies de figura

 

Fig. 1 Desierto Chihuahuense en la Reserva de la Biosfera de Mapimí. Crédito: Sonia Gallina.

Fig. 2 Venado bura de Mapimí. Crédito: Sonia Gallina.

Fig. 3 Red de caída para capturar venados. Crédito: Sonia Gallina.

Fig. 4 Antena receptora de la señal emitida por los collares de radiotelemetría. Crédito: Sonia Gallina.

Fig. 5 Venado bura hembra con collar de radiotelemetría. Crédito: Sonia Gallina.

Fig. 6 Venado bura comiendo. Crédito: Sonia Gallina.

Fig. 7 Ocotillo, planta que consume el venado bura. Crédito: Sonia Gallina.

Fig. 7 Ocotillo, planta que consume el venado bura. Crédito: Sonia Gallina.