VIVEROS DE PLANTAS NATIVAS: UNA ESTRATEGIA PARA LA CONSERVACIÓN Y RESTAURACIÓN.
Por: Carlos A. Zárate Pérez
Jardín Botánico, Instituto de Ecología A.C.
Resumen
En los viveros de plantas nativas se cultivan numerosas especies locales, muchas de ellas consideradas de poco valor comercial, pero de gran valor ecológico. Así mismo, se pueden propagar especies amenazadas, plantas útiles, plantas de importancia ecológica y en general todos los grupos de plantas que se requieran para el desarrollo de proyectos de restauración y conservación.
Palabras clave
Plantas nativas, restauración, viveros, conservación.
Las plantas son un componente fundamental de la diversidad biológica del planeta y un recurso esencial para el bienestar humano. Además de las plantas cultivadas que proporcionan alimento y fibras básicas, miles de plantas silvestres cuentan con una gran importancia económica, cultural y potencial proporcionando alimentos, medicina, combustible, vestimenta, vivienda y un sinfín de satisfactores que contribuyen en el desarrollo y sustento de la humanidad. Las plantas también desempeñan un papel importante en el mantenimiento de las funciones básicas de los ecosistemas donde se encargan de establecer las condiciones y procesos que sustentan la vida.
En los últimos años, diversos factores como el cambio climático, el cambio de uso de suelo, la contaminación, el exceso de recolección y el acelerado crecimiento de las zonas urbanas, han impactado negativamente en la conservación de ecosistemas provocando una gran pérdida de biodiversidad. Derivado de estas alteraciones en el medio ambiente, se ha generado la necesidad de desarrollar trabajos de investigación que estén enfocados en el estudio de la diversidad, distribución y conservación de plantas nativas para utilizarlas en proyectos de restauración de zonas afectadas y en la creación de nuevas áreas verdes en zonas rurales y urbanas.
Los proyectos de restauración ecológica y conservación de plantas requieren tener acceso a la producción de material vegetal apropiado, en cantidad, calidad y diversidad. En este contexto, los viveros son un elemento esencial para las estrategias de restauración; estos espacios cuentan con la infraestructura necesaria para la producción de plantas, en ellos se pueden diseñar metodologías orientadas hacia el conocimiento de la biología reproductiva de las especies nativas y generar técnicas hortícolas que les provean las condiciones favorables para disminuir la mortalidad en campo y asegurar su desarrollo. De esta manera es posible obtener plantas de calidad que puedan adaptarse y desarrollarse en las condiciones climáticas del sitio donde se establezcan.
En los viveros de plantas nativas es importante que la producción sea representativa de la diversidad regional o local y que se incluya el mayor número de especies. Para lograr una buena diversidad es importante tener en cuenta, entre otros, los siguientes criterios:
Estado de conservación de las especies: Se refiere al grado de amenaza de la especie, ya sea a nivel local, regional o si se encuentra en alguna de las categorías de amenaza definidas por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN). Este criterio le da un gran valor al vivero como sitio para la conservación de especies en peligro.
Formas de vida: Se refiere al tipo de crecimiento de las plantas, por ejemplo, si son árboles, arbustos, trepadoras, u otros.
En general las hierbas y los arbustos son de más rápido crecimiento que la mayoría de los árboles, esto debe ser considerado cuando se planea la producción y el esquema de trabajo para las actividades de propagación y siembra.
Requerimientos de los proyectos: Algunos proyectos tienen claramente definido el tipo de plantas a emplear para cumplir con sus objetivos, por lo tanto, es importante conocer qué proyectos se están desarrollando en las regiones y cuál es el tipo de plantas que se necesitan en la restauración de los bosques, la arborización urbana, la protección de nacimientos de agua, entre otros.
Además del uso en proyectos de restauración, las plantas nativas tienen el potencial para ser utilizadas con otros fines. Algunas especies tienen un gran potencial como ornamentales y pueden ser empleadas para promover el conocimiento de la biodiversidad local y regional a través del diseño y establecimiento de jardines en áreas rurales y urbanas. También, es posible usar los viveros como centros de capacitación donde se impartan temas de educación ambiental que ayuden a reconocer la importancia de la conservación de las plantas nativas y su función en el ecosistema; y de esta forma aportar a una construcción social en la cual la restauración forme parte del sentido común.
Figura slider: Vivero de producción de plantas nativas de la SEDEMA: Crédito: Carlos A. Zárate Pérez