EL MANGLAR QUE EL TIEMPO OLVIDÓ

Jorge López Portillo, Red de Ecología Funcional, Instituto de Ecología A.C.

Gabriela Vázquez, Red de Ecología Funcional, Instituto de Ecología A.C.

Susana Alvarado, Red de Ecología Funcional, Instituto de Ecología A.C.

Carlos Burelo, Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, UJAT

Humberto Hernández Trejo, Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, UJAT

Carlos Ascencio, Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, UJAT

José García Franco, Red de Ecología Funcional, Instituto de Ecología A.C.

Víctor Vásquez Reyes, Red de Ecología Funcional, Instituto de Ecología A.C.

 

Resumen

Recorrimos el río San Pedro Mártir en Balancán, Tabasco, para conocer el entorno en el que crece un manglar relictual que se encuentra casi 200 km tierra adentro y compararlo con otros manglares del mismo río, en la costa actual. Aquí te contamos lo que encontramos.

 

Palabras clave

Manglar relicto, glaciaciones, cambio climático, incremento en el nivel del mar.

 

Figura 1. Los globitos indican los manglares que visitamos a lo largo del Río San Pedro, Tabasco. Procesamiento de imagen de Google Earth: Susana Alvarado.

 

Los manglares son ecosistemas que se encuentran en las regiones costeras tropicales y subtropicales del mundo, y se localizan en las zonas intermareales en donde ocurre la mezcla de agua dulce con el agua del mar, como las desembocaduras de ríos, lagunas costeras, bahías y estuarios (Fig. 1). En México estos ecosistemas pueden estar compuestos por cuatro especies: el mangle rojo (Rhizophora mangle), el mangle blanco (Laguncularia racemosa), el mangle negro (Avicennia germinans) y el mangle botoncillo (Conocarpus erectus). Todas estas especies habitan en zonas inundadas y fangosas, en zonas de salinidad variable y anóxicas. De acuerdo con esa breve descripción ¿cómo explicar la presencia de mangles y especies asociadas en una zona alejada del mar y a más de 40 metros de altura sobre el nivel del mar?

El entrañable recuerdo de mangles durante las excursiones familiares del Dr. Carlos Burelo por las riberas del río San Pedro Mártir, en el estado de Tabasco, se convirtió recientemente en noticia internacional. La colaboración del Dr. Burelo con el Dr. Exequiel Ezcurra (Universidad de California en Riverside y su equipo, sirvió para demostrar que estos manglares de su infancia son un relicto del último período interglacial Eemiano (entre 115 y 130 mil años antes del presente), cuando las altas temperaturas fundieron los glaciares, causando un aumento en el nivel del mar. Este cambio en el nivel del mar ha sido demostrado por estudios fósiles y paleogeográficos, que explican en parte la existencia de mangle rojo y otras especies en una zona que está ahora ¡a más de 170 km de la línea costera actual!

Para conocer el ambiente en el que crece este manglar relicto y compararlo con comunidades costeras de manglar, realizamos un recorrido a lo largo del río San Pedro, desde el sitio más alejado de la costa, la laguna El Cacahuate (170-200 km río arriba y a 45 metros sobre el nivel del mar), hasta la costa actual del Golfo de México, en Nuevo Campechito (Fig. 1). Hicimos un reconocimiento de campo de las comunidades de manglar, colectamos muestras del suelo y agua para conocer las características fisicoquímicas del suelo donde crecen y agua que baña las raíces de estos maravillosos árboles que protegen riberas y costas. También colectamos muestras de los tejidos de las hojas para conocer las características químicas de la savia, que es como su sangre.

 

Figura 2. Los guías nos llevan por un canal para ver los mangles en la Laguna Cacahuate, Tabasco. Foto: Jorge López Portillo

 

Figura 3. Plantas flotantes en la laguna del Cacahuate. Al fondo se pueden notar los manchones de manglar. Foto: Gabriela Vázquez

 

Figura 4. Las raíces de zanco del mangle rojo en la Laguna del Cacahuate forman arcos sucesivos que les da estabilidad en suelos poco consolidados. Foto: Jorge López Portillo

 

Uno de los sitios visitados fue el manglar relicto, en donde se encuentra la población más densa y mejor conservada de R. mangle, en la laguna El Cacahuate, con alturas de hasta 11 m (Figs. 2, 3 y 4). Esta laguna es bastante profunda (hasta 20 m), el agua es dulce (0.4 ups, o gramos por litro de sal), el pH tiende a ser básico (alrededor de 7.5), y la concentración de oxígeno es alta en la superficie de la columna de agua, pero disminuye drásticamente en el fondo. En este sitio registramos la mayor alcalinidad y la más alta concentración de bicarbonatos de todos los sitios estudiados, pero también encontramos que es pobre en nutrientes importantes, como el nitrógeno y el fósforo. Río abajo, rumbo a la costa, los sitios de muestreo fueron cada vez menos profundos y la salinidad aumentó hasta alcanzar 22 ups, el pH fue básico (8.0), y la alcalinidad y los bicarbonatos disminuyeron. Sin embargo, los árboles alcanzaron alturas hasta de 22 m en la laguna del Cometa y aumentaron los nutrientes, principalmente el fósforo total, hacia la parte baja del río (Figs. 5 y 6).

 

Figura 5. Mangles de más de 20 metros de altura de la Laguna Cometa, Tabasco. Foto: Jorge López Portillo

 

Figura 6. Los manglares son ecosistemas maravillosos que conectan las zonas continentales terrestres con el mar o con otros cuerpos de agua, generalmente salinos. Foto: Jorge López Portillo

Respecto a los suelos de los manglares, la concentración de sulfuros es similar en todos los sitios muestreados, y esto es asombroso porque siempre esperamos una mayor concentración de ellos cerca del mar. Sin embargo, esto puede ser consecuencia de que el azufre se libera conforme el material calcáreo se disuelve por el ácido carbónico que se forma cuando el agua dulce entra en contacto con el bióxido de carbono de la atmósfera.

Aparte de las ligeras diferencias en la altura de los árboles, las especies acompañantes del mangle rojo son típicas de humedales de agua dulce y hay muchas epífitas. ¡Hay también muchas sorpresas en ese pequeño relicto de una antigua zona costera! Por ejemplo, en la Laguna El Cacahuate las raíces de las bromelias que crecen en las ramas de mangle tiene agallas, que se origina de una interacción insecto-planta que sólo habíamos observado en la selva tropical seca costera de La Mancha, Veracruz. Vimos también que, aunque el agua es prácticamente dulce en las raíces del mangle en las zonas más alejadas del mar, la salinidad de la savia en la planta es proporcionalmente mayor que en las zonas costeras (18% vs 7%), dándole mayor capacidad para tomar agua del suelo durante la transpiración.

Por su unicidad, este relicto de manglar debe conservarse para las siguientes generaciones al menos como un Área Natural Protegida o una Reserva de la Biosfera, en la que se permite hacer manejo con las comunidades que deben custodiarlo. Afortunadamente, la UJAT y otras instituciones están colaborando codo a codo para obtener el apoyo federal requerido. Cada nuevo equipo de investigación que visita el Río San Pedro aporta información clave para este espectacular rompecabezas del pasado que nos enseña sobre tiempos pasados, para prevenir lo que puede suceder en el futuro con cambios en el clima y nivel del mar.