LAS 5E EN EL JARDÍN BOTÁNICO

Por: Norma Edith Corona Callejas

Jardín Botánico Francisco Javier Clavijero, Instituto de Ecología A.C. 

 

 

 

Foto 1 Indagación en el jardín. La colección científica de plantas vivas es un recurso didáctico que permite realizar actividades vivenciales y significativas. Crédito: Dalila del C. Callejas Domínguez

 

Resumen

Las actividades educativas del Jardín Botánico Francisco Javier Clavijero están fundamentadas en la enseñanza de las ciencias basada en la indagación, principalmente en el modelo educativo que utiliza el ciclo del aprendizaje de cinco etapas denominado 5E. Haciendo uso de esta metodología el Jardín Botánico se vincula con la Secretaría de Educación de Veracruz para desarrollar proyectos ambientales colaborativos que impactan comunidades escolares de diversos municipios del Estado.

 

Palabras clave: Enseñanza de las ciencias, indagación, educación en el jardín botánico, modelo educativo 5E

 

Foto 2.- Curso de verano. durante las actividades vacacionales se promueve la curiosidad y la indagación de todos los participantes. Crédito: Guillermo López Escalera.

 

Desde su origen en 1977 el Jardín Botánico Francisco Javier Clavijero (JBC), perteneciente al Instituto de Ecología, A. C., se ha dado a la tarea de conservar la flora regional; de apoyar el desarrollo de diversos proyectos de investigación y de educar. Hoy en día la misión de su programa educativo se realiza de acuerdo con las directrices de convenios internacionales y nacionales, como el Convenio de Diversidad Biológica, la Agenda Internacional para la Conservación en los Jardines Botánicos; la Estrategia Global para la Conservación Vegetal (incide en la meta 14); la Estrategia Mexicana de Conservación Vegetal (Objetivo 6) y la Estrategia Nacional sobre Biodiversidad de México (Objetivo 5). Su lema educativo es promover una nueva forma de entender y vivir con la naturaleza que contribuya a su conservación y uso sustentable. Sus acciones educativas se basan en la divulgación del conocimiento botánico y ecológico generado por su colección científica de plantas vivas que comprende aproximadamente 1017 especies representadas en 6200 ejemplares y en los procesos naturales que ocurren en 30 ha de bosque mesófilo de montaña que tiene a su cargo denominado Santuario del Bosque de Niebla.

El enfoque de las actividades educativas del JBC tiene su origen en el aprendizaje constructivista, es transdisciplinar y tiene como finalidad promover y fortalecer las habilidades requeridas para el Siglo XXI como la creatividad, la innovación, el pensamiento crítico, la resolución de problemas, la comunicación, la colaboración, el pensamiento lógico y el razonamiento matemático; entre otras. Se acompañan del uso de la metodología de enseñanza de las ciencias basada en la indagación, particularmente del modelo educativo que contempla cinco componentes del ciclo del aprendizaje denominado 5E: enganchar, explorar, explicar, elaborar y evaluar.

 

Foto 3.- Capacitación docente. Los maestros participantes en los proyectos Fairchild Challenge y Red de jardines etnobiológicos escolares son capacitados para realizar la propagación sexual y asexual de plantas. Crédito: Natalia Pérez Ariza

La primera fase “Enganchar” pretende capturar el interés de los aprendientes sobre un fenómeno determinado; se toman como base preguntas y actividades detonantes de la curiosidad que pongan en evidencia los conocimientos previos sobre el fenómeno de interés. El facilitador obtiene un punto de partida e inicia el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Durante la segunda etapa “Explorar”, los involucrados realizan actividades concretas y prácticas basadas en sus conocimientos previos que privilegian el trabajo colaborativo y la expresión de sus habilidades; en esta etapa el facilitador enmarca teóricamente el fenómeno de estudio y tiene como función dotar a los aprendientes de materiales o equipos necesarios para el proceso de exploración.

La fase “Explicar” implica que el facilitador motive a los aprendientes a exponer con sus propias palabras los conceptos y hallazgos encontrados, lo que favorece el área del lenguaje y pensamiento crítico. Posteriormente complementa de manera breve y explícita con conceptos científicos o tecnológicos.

En el componente “Elaborar” se aumenta y construye el aprendizaje, los aprendientes establecen definiciones formales y conceptos de acuerdo con el nuevo vocabulario. El facilitador ayuda a evidenciar habilidades y conocimientos adquiridos, y cómo se aplican en nuevos contextos. Es decir, se facilita la transferencia y aplicación de conceptos nuevos y habilidades a situaciones novedosas.

Foto 4.- Investigando diversas formas de vida en el jardín. La enseñanza de las ciencias basada en la indagación es la metodología empleada en los programas educativos del Jardín Botánico.
Crédito: Dalila del C. Callejas Domínguez.

 

Finalmente, en la etapa Evaluar: el facilitador observa a los aprendientes y registra cómo aplican los conceptos y habilidades adquiridos; se mantiene atento de aquello que evidencie cambios conceptuales y de conducta; promueve que cada participante se involucre en autoevaluar su aprendizaje y aplicación de conceptos y habilidades.

Con el contexto educativo expuesto el JBC se convierte en un recurso didáctico que provee saberes significativos que trascienden a diferentes ámbitos de la vida cotidiana. La aplicación del modelo educativo 5E se ha desarrollado en diversos programas; como casos exitosos se tienen el “Fairchild Challenge del JBC”, la “Red de jardines etnobiológicos escolares”, los cursos de verano y los talleres del programa “Un jardín para la salud y la belleza”.

El Fairchild Challenge del JBC se realiza con la colaboración del Fairchild Tropical Botanic Garden de Estados Unidos y a la fecha ha trabajado con 3486 docentes y su comunidad educativa desarrollando proyectos ambientales en 520 escuelas, ha tenido un impacto en 115 mil estudiantes pertenecientes a 216 localidades de 80 municipios veracruzanos. La red de jardines etnobiológicos escolares enlaza a participantes de 14 municipios veracruzanos, está integrada por 28 escuelas de educación básica y la Benemérita Escuela Normal Veracruzana; en ella participan 75 docentes frente a grupo y sus comunidades educativas; además de 63 docentes en formación. Los cursos de verano atienden a una población de 120 participantes anuales con edades entre los 5 y 14 años; mientras que a los talleres de fin de semana asisten alrededor de 250 participantes por año. La atención a esta población ha implicado un reto a la innovación y la creatividad que ha sido posible atender con la aplicación de la metodología de enseñanza de las ciencias basada en la indagación.