Etnobiología molecular de cícadas

Jorge González-Astorga

Red de Biología Evolutiva, INECOL A.C.

 

Resumen: En este trabajo abordo el estudio de la etnobiología de las cícadas desde una perspectiva histórica con datos arqueológicos y moleculares. Existe evidencia de que en el pasado las cícadas fueron trasportadas por humanos a largas distancias. También se presenta evidencia de que en el centro de México eran parte de la arquitectura urbana y cultivadas en jardines forestales.

 

Palabras clave: Cycas, Dioon, DNA, etnobiología, sitios arqueológicos

 

Sabor de luces

baja a la tierra:

árbol entero

te saborea.

Carlos Pellicer

 

Cuando visito sitios arqueológicos suelo pensar e imaginar las plantas que había en el entorno, por ejemplo, las que la gente cuidaba en pequeños huertos, o bien las que adornaban caminos, acequias, templos, escuelas o viviendas (Figura 1), esto me recuerda lo que John Muir (1919), naturalista escocés, escribió en The Yosemite: “La necesidad de disfrutar de la belleza de la naturaleza se manifiesta en esos jardines diminutos que los pobres tienen en sus ventanas, así se trate de un esqueje de geranios metido en una taza rota, del mismo modo en que se manifiesta en los jardines rebosantes de rosas y de lirios que tienen los ricos”.

Figura 1. Algún lugar del sureste de México. Foto del autor

La escala de tiempo para el estudio de la etnobiología inicia desde los primeros sistemas preagrícolas autóctonos hasta la actualidad. Esto incluye los primordios de ciudades con asentamientos humanos donde ocurrió poco a poco la domesticación de los ancestros silvestres del trigo, del maíz, del arroz o las papas. Destaco la interacción entre los humanos y otras plantas silvestres como las cícadas, grupo de plantas que surgieron hace más de 200 millones de años. Usando las herramientas teóricas de la biología evolutiva, se ha datado con DNA de cloroplasto y mitocondria que Cycas revoluta fue una planta manejada por los habitantes de las Islas Ryukyu en Japón, esto desde hace 19 mil años. Existe evidencia que las plantas se usaban como alimento, para resguardo contra los fuertes vientos, como abono y en jardines forestales, por lo que se trasportaban de isla en isla (Figura 2). Lo mismo pasa con las especies del género Dioon que se distribuyen en México y Honduras (Figura 3), que han viajado con las comunidades humanas en el pasado, esto se detectó usando marcadores microsatélites de DNA.

Figura 2. Uso tradicional de Cycas en Japón, lámina del siglo XIX.
Tomado de: http://bunkaisan-amami-city.com/archives/1080/nggallery/page/2

 

Figura 3. Dioon edule y D. merolae. Fotos del autor.

También, existe evidencia en restos arqueológicos presencia de restos de semillas de Dioon en cuevas de Tamaulipas y en Tehuacán-Cuicatlán, lo cual indica el uso de esta planta como alimento. Análisis moleculares de mi grupo de investigación, usando enzimas y DNA, muestran patrones genético-espaciales locales que sugieren que en esta zona algunas plantas fueron plantadas por los grupos precolombinos que habitaban este territorio, lo cual se sustenta en evidencia etnográfica del uso milenario entre las comunidades indígenas de México, Centroamérica y el Caribe. Esta es una nueva área del conocimiento que apenas está surgiendo, destaca el libro sobre la etnoecología de las cícadas de Mesoamérica y el Caribe, editado en 2022 por Michael D. Carrasco y colaboradores (Figura 4).

Figura 4. Libro sobre etnoecología de cícadas. Foto del autor.