Y cómo hacen el sonido los insectos?

Magdalena Cruz Rosales

Red de Ecoetología, Instituto de Ecología A.C. 

 

Resumen: 

Los insectos emiten sonidos mediante estructuras peculiares, que al frotarse producen sonidos o estridulaciones específicas. También emiten otros sonidos mediante vibraciones de cuerpo o por timbalización, tremulación, crepitación y percusión.

 

Palabras clave: Comunicación sonora, Estridulación,

 

La comunicación es un proceso básico presente entre todos los organismos vivos de este planeta. Por lo que existen diferentes mecanismos y tácticas para realizar esa comunicación particular. Así, encontramos que en los insectos se pueden presentar mecanismos de comunicación sonora generada por los sonidos o ruidos, que son transmitidos por el aire o también mediante vibraciones acústicas, las cuales requieren ciertas estructuras particulares para que se produzcan y puedan ser audibles o bien, sean registradas como sonogramas (Fig. 1).

Fig. 1. Sonograma del Gryllus campestris (Tomado y modificado de https://www.overfitting.net/2018/07/analisis-del-canto-de-un-grillo-con-r.html)

La estridulación, es el sonido emitido por algunos insectos mediante órganos especiales, o también, mediante vibraciones transmitidas por algún material que funciona como caja de resonancia, que puede ser percibido por receptores sensibles en las patas de los insectos. Hay sonidos muy característicos de cada especie, ya sea para atraer a la pareja reproductora, o para comunicar una alarma o como una respuesta defensiva (Fig. 2). También hay sonidos o vibraciones que se utilizan para coordinar acciones sociales complejas, como la danza de las abejas dentro del panal para ubicar el alimento, o incluso entre la madre y la cría de algunos coleópteros.

Fig. 2. Sonogramas de una cigarra (Tomado y modificado de Alexander, 1957)

 

Todos conocemos el sonido nocturno que emiten los grillos y saltamontes, cuya estridulación es producida frotando ciertas partes del cuerpo, como las patas, alas o el abdomen, como si fueran un Güiro, pues tienen una parte rugosa o aserrada (pars stridens) y otra como cresta (plectrum), con la que raspan para emitir el sonido. En las cigarras o chicharras, el “canto” es realizado solo por los miles de machos que emergen al mismo tiempo para reproducirse, mudan a su etapa de adulto y suben por los árboles para iniciar su concierto final, pues después de reproducirse mueren. Este sonido denominado timbalización lo hacen con un órgano estridulatorio, formado de membranas quitinosas llamadas timbales por su forma y sacos con aire que funcionan como cajas de resonancia, ubicados a cada costado del primer segmento abdominal (Fig. 3).

Fig. 3. Estridulación de tres insectos y el instrumento musical con el que se relacionan (Elaboración propia).

 

Otro grupo de insectos que cuentan con aparatos estridulatorios muy diversos, incluso desde la etapa larval, son los coleópteros. Cuyos sonidos producidos por una misma estructura, pueden variar de ritmo y frecuencia para servir en diferentes situaciones, como el cortejo y apareamiento, o para congregarse, o bien, como defensa o agresión. Por otra parte, hay ciertas familias y especies que presentan comportamientos más complejos, que incluye cierta comunicación por estridulación entre la madre y su cría, que les permite mantenerlas protegidas, hasta que emergen como adultos.

El aparato estridulatorio además de variar entre las familias y especies, también varía por la posición del cuerpo donde se ubica la pars stridens, que es la más fácil de distinguir usando microscopia. Puede estar entre la cabeza y cuello, o en los costados del tórax o pronoto, o en diferentes partes del abdomen, o en las patas, o bajo los élitros o alas quitinosas. Pero, para realizar su función sonora, se requiere el roce de las dos estructuras, pars stridens y plectum. Así, la posición de estas estructuras permite clasificar los tipos de estridulaciones conocidas, definiendo primero donde se ubica la pars stridens y luego el plectum. Por ejemplo, existen los tipos abdomino-alar, abdomino-elitral, abdomino-femoral, pronoto-femoral, élitro-abdominal, élitro-femoral, etcétera.

Un mecanismo sonoro muy utilizado es mediante la vibración del cuerpo o parte de él, para emitir la señal a través del aire o incluso en el agua. Pero si esta vibración es transmitida a través de un substrato solido, como la vegetación o el suelo, se le conoce como tremulación. Fue a partir del desarrollo de mejores sensores sonoros, que se ha observado que este tipo de comunicación transmitida por el sustrato, es un mecanismo muy extendido entre los insectos. Por ejemplo, algunas avispas parasitoides ubican a sus anfitriones por vibraciones producidas al golpear el sustrato con sus antenas y detectar los ecos con las patas.

Existen otros mecanismos de generación de sonido, como la percusión, que se da por el impacto entre dos partes del cuerpo, o también de una parte del cuerpo contra un substrato, aunque también hay otro término crepitación, que es el ruido hecho por el chasquido de las alas cuando se extienden y puede ser en algún momento especial del vuelo o durante todo el vuelo. Por ejemplo, una palomilla tiene una sección más dura en las alas delanteras, llamadas “castañuelas” que chocan en vuelo para hacer un ruido peculiar. Otra manera de generar un sonido agudo es al descargar un fluido rápidamente, como en los escarabajos bombarderos, o bien, de aire expulsado a través de un espiraculo modificado, como en las cucarachas silbantes, o por la faringe, como en las mariposas de la familia Sphingidae como medio de defensa.

Como se ha observado, la comunicación sonora entre los insectos es muy diversa y compleja de estudiar, pero gracias al desarrollado de la bioacústica, se han relacionado las características particulares de cada tipo de sonido, con la especie y el tipo de comportamiento que desempeñan durante su emisión. Esto permite identificar especies e incluso, distinguir poblaciones de una misma especie cuando habitan diferentes regiones, como se observó en la chinche apestosa Nezada viridula (Fig. 4). Por lo que esta ciencia, puede aportar herramientas que complementarian estudios evolutivos y de filogenia de las especies, sobre todo, cuando existen problemas que la taxonomía no ha podido resolver entre diferentes grupos de insectos, en todo el mundo.

Fig. 4. Diferencias en las estridulaciones de varias poblaciones de la chinche Nezara viridula, hembras en rojo y manchos en azul (Tomado de Virant-Doberlet y Cokl, 2004).

 

Ligas para ver y escuchar la estridulación de varios insectos

https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/e/ec/Stridulating_Green_Bush-Crickets.ogv

https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/0/0d/Cf._Chorthippus_biguttulus.ogv

https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/e/e7/Male_Forbes_Tree_Cricket-stridulating.webm

https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/5/5d/Cricket_Gryllus_bimaculatus_Chirps.oga

https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/b/b0/New_Zealand_cicada_song.ogg

 

Referencias

Alexander, R.D. 1957. Sound production and associate behavior in insects. The Ohio Journal of Science, 57(2): 101-113.

Baker, E., & Chesmore, D. 2020. Standardisation of bioacoustic terminology for insects. Biodiversity Data Journal 8: e54222. https://doi.org/10.3897/BDJ.8.e54222

Virant-Doberlet, M. & Cokl, A. 2004. Vibrational Communication in Insects. Neotropical Entomology 33(2):121-134

 

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https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/e/ec/Stridulating_Green_Bush-Crickets.ogv