LAS PALMAS, UN TESORO VERDE

Por: Betsabé Ruiz Guerra & Armando Aguirre Jaimes

Red de Interacciones Multitróficas, Instituto de Ecología A.C.

 

Figura 1.- Sotobosque de la selva de Los Tuxtlas donde se aprecian varias especies de palmas como el “Chocho” (Astrocaryum mexicanum) y la palma Camedor (Chamaedorea alternans). (Fotografía: Armando Aguirre-Jaimes).

 

¿Qué son las palmas?

Las palmas o palmeras son plantas que pertenecen a la familia Arecaceae, la mayoría tienen un crecimiento arborescente, es decir crecen como árboles (pero no tienen madera), también hay arbustos y lianas. Se distribuyen principalmente en regiones tropicales y subtropicales del mundo y abarcan diversos ecosistemas, que van desde las selvas húmedas hasta los desiertos. En algunos países como en Colombia, la diversidad de palmas es tan abrumadora que inclusive es la planta nacional.

Actualmente se han descrito más de 2,600 especies de palmas en el mundo, agrupadas en 200 géneros. Estas desempeñan funciones clave en los ecosistemas y son proveedoras de múltiples artículos, que satisfacen algunas necesidades materiales y alimentarias para las comunidades humanas. Además, están ligadas a la cosmovisión de algunos pueblos indígenas.

 

Figura 2.- Infrutescencia de palma Camedor (Chamaedorea alternans) en la región de Los Tuxtlas, Veracruz, México. (Fotografía: Armando Aguirre-Jaimes).

 

Importancia Ecológica

Las palmas son un componente estructural muy importante de las selvas tropicales, debido principalmente a su gran abundancia y a su papel en los ciclos de nutrientes. Un ejemplo es la palma Astrocaryum mexicanum, comúnmente llamado “chocho”, en la región de Los Tuxtlas, Veracruz, la cual es una de las especies dominantes en el estrato inferior de la selva. Algunas especies de palmas pueden llegar a formar poblaciones muy abundantes y dominar el ambiente, a estas asociaciones vegetales se les conoce como “palmares”, algunos de ellos se mantienen de manera natural, como el caso de Sabal mexicana en el centro de Veracruz, y otros pueden ser favorecidos por las actividades humanas al eliminar la vegetación natural, como los formados por las especies del género Orbignya. Las palmas también representan un recurso invaluable para una gran diversidad de animales debido a que a través de sus inflorescencias y frutos les proveen de alimento, albergue y sitios de apareamiento. Asimismo, algunos de estos animales polinizan las flores y dispersan los frutos y semillas de varias especies manteniendo con esto la diversidad genética de las palmas, contribuyendo al mantenimiento de la biodiversidad.

 

Figura 3.- Inflorescencia de la palma “Cola de pescado” (Chamaedorea ernesti-augustii) mostrando sus flores masculinas aún cerradas en la Estación de Biología de Los Tuxtlas, Veracruz, México. (Fotografía: Armando Aguirre-Jaimes).

 

Importancia Económica

Las palmas son una de las familias de plantas con mayor importancia económica después de las leguminosas (frijoles) y las gramíneas (maíz, trigo) a nivel mundial. En México prácticamente todas las palmas son utilizadas por el hombre y constituyen uno de los grupos no maderables más importantes para la región sureste de nuestro país, ya que proveen la materia prima para ser utilizados de diversas formas. Por ejemplo, en el estado de Yucatán se propagan 14 especies nativas y 26 no nativas con fines comerciales.

Algunas de las especies mas conocidas para uso ornamental son la “hoja elegante” (Chamedorea elegans), la “Palma abanico” (Washingtonia robusta), y “Palma real” (Roystonea regia); para producción de aceite la “palma Africana o aceitera” (Elaeis guineense); para la obtención de aceite, fibras y alimento la “Palma de coco” (Cocos nucifera); como comestibles el “palmito” (Euterpe edulis), la “Palma datilera” (Phoenix dactylifera), el “Chocho” (Astrocaryum mexicanum); para el uso de artesanías la “Tagua” (Phytelephas marcrocarpa); para construcción el “Sabal” o “Huano” (Sabal mexicana) y el “Chit” (Trinax radiata) de las cuáles se utilizan tanto el tallo como las hojas. Existen otras especies que son utilizadas en la jarcería y en la elaboración de muebles como el “Bayal” (Desmoncus orthacanthos), e incluso hay especies que son utilizadas de manera ceremonial como la “Palma de cera” (Ceroxylum quindiuense) comunmente utilizada en la ceremonia del “Domingo de ramos”. Los usos son muy diversos y pueden variar dependiendo de la región.

Debido a su gran demanda algunas especies son cultivadas de manera extensiva como la “Palma de aceite”, la “Datilera” y el “Cocotero”. Sin embargo, estos cultivos han provocado la deforestación de grandes extensiones de sitios naturales en Asia, África y América, contribuyendo a la propagación de enfermedades (P.ej. el “amarillamiento letal”, “el anillo rojo”, “las pudriciones del cogollo”), además de afecciones por nematodos, bacterias, hongos y virus que pueden afectar tanto a las plantaciones como a poblaciones naturales.

Si bien algunas poblaciones de palmas se ven favorecidas por las actividades humanas, la mayoría de las especies nativas se encuentran seriamente amenazadas, debido principalmente a la destrucción de sus hábitats y a la sobreexplotación. En algunas especies se recolecta alguna parte de la planta (hojas, flores, frutos), pero en otras la planta completa, ambas acciones afectan el crecimiento y regeneración en las poblaciones naturales a través de un incremento en la mortalidad de los individuos, retardando su crecimiento y evitando la regeneración natural. La razón principal de esto es que estas plantas tardan mucho en tener un tamaño adecuado para su venta, por lo que resulta más sencillo y barato sacarlas de las poblaciones silvestres. Este es el caso de algunas especies ornamentales del género Chamaedorea.

Considerando la gran diversidad de beneficios que ofrecen las palmas, tanto en los ecosistemas como a las poblaciones humanas es necesario desarrollar estrategias y esquemas de manejo para su uso sostenible, así como para la conservación de sus hábitats. Si quieres conocer algunos especímenes vivos de estas extraordinarias plantas puedes visitar el Palmetum que se encuentra dentro del Jardín Botánico “Francisco Javier Clavijero”, en la ciudad de Xalapa, Veracruz.

 

Figura 4. Infrutescencia de palma Camedor (Chamaedorea hooperiana) en las faldas del volcán San Martín Tuxtla, Veracruz, México. (Fotografía: Armando Aguirre-Jaimes).

Pie de figuras:

Slider: Palmar de Sabal mexicana en el centro de Veracruz, donde se aprecia como se ha removido el sotobosque de esta asociación vegetal. (Fotografía: Armando Aguirre-Jaimes).