Los pinos de Navidad ¿Son realmente pinos?

Enrique César Crivelli1, Israel Acosta Rosado1, Carlos Durán Espinosa1

1Herbario XAL, Instituto de Ecología A.C. Xalapa, Veracruz.

 

Resumen: La tradición de adornar árboles en épocas navideñas es muy extendida en todo el mundo. Las especies de plantas utilizadas para dicho fin son variadas y generalmente no son pinos.

Fig. 1. Vista de una plantación de pinos de navidad.

Las fiestas navideñas son una tradición muy extendida en el mundo occidental e incluso en países en donde no hay una predominancia del cristianismo. Algunos de sus elementos icónicos son el invierno, los regalos, la convivencia en familia e incluso varias especies de plantas como la flor de nochebuena (Euphorbia pulcherrima) y el muérdago. Sin embargo, las plantas más famosas de la navidad son probablemente los pinos de navidad. En este artículo hablaremos de la historia de los “pinos de navidad” y de si realmente es correcto llamarles pinos.

El origen de la costumbre de adornar un árbol con luces, esferas, juguetes e incluso galletas es muy antiguo, incluso más antiguo que el propio cristianismo. Se cree que originalmente era una tradición invernal de origen germánico y nórdico en la que el protagonista era un gran árbol, que probablemente era un roble (o encino, como también los conocemos en México) que representaba al dios Thor. A este árbol se le decoraba con velas, guirnaldas y probablemente elementos provenientes de sacrificios y simbolizaba el término de un año o ciclo de vida y el renacimiento de otro. En esto es importante recordar que en las latitudes del mundo donde los inviernos son marcados y fríos, muchos árboles pierden sus hojas por una defoliación estacional que comienza en otoño. Para las fechas alrededor del solsticio de invierno (21 de diciembre) las especies de árboles como los robles, hayas, fresnos, etc., ya están completamente desnudos de hojas.

Fig. 2. Plantación de pinos cerca de las Vigas, Veracruz

El cristianismo comenzó a celebrar la navidad alrededor del año 350 d.C. y la leyenda cuenta que cerca de esas fechas un Santo alemán, San Bonifacio, fue al lugar donde las tribus aún bárbaras veneraban a Thor y de un golpe de hacha corto el gran roble, poniendo en su lugar un abeto, una conífera que permanece todo el año con sus hojas (llamadas acículas) lo que representaba la vida eterna. La costumbre de las esferas y adornos circulares colgados en las ramas simbolizó a partir de entonces los frutos del árbol del paraíso donde de acuerdo, a la biblia vivieron Adán y Eva.

Pero, un momento, ¿un abeto? ¿no fue un pino? Así es, los árboles que mayoritariamente utilizamos con adornos en navidad son abetos (Abies religiosa y Pseudotsuga menziesii). Y sí, los pinos también son utilizados y sembrados para dicho propósito, en México por ejemplo se utilizan dos o tres especies de pinos (género Pinus), pero estas naturalmente no crecen con la forma de cono que caracteriza a los árboles de navidad, sino que tienen que irse formando por medio del corte de sus ramas.

Fig. 3. Las plantaciones de árboles de navidad generan biodiversidad fúngica y conservan el suelo.

Es importante decir, que tanto abetos como pinos pertenecen a la misma familia botánica, la familia Pinaceae. Esta es una familia de plantas gymnospermas, es decir plantas que no producen flores como estructuras reproductivas. En cambio, presentan conos, que son estructuras donde se produce el polen y en donde tiene lugar la formación de embriones que a su vez se convertirán en semillas. Los conos son conocidos con nombre populares como piñas, son colectados y también utilizados como adornos navideños.

Otro dato interesante, es que la costumbre de colocar pinos de navidad de la forma moderna no tiene mucho tiempo, relativamente. Como se mencionó, la costumbre antigua tiene un origen alemán que se adaptó a la religión cristiana. Primero pasó de Alemania a Inglaterra y esta costumbre llegó al continente americano por grupos de soldados ingleses, que luchaban en la guerra de independencia de Estados Unidos y poco a poco fue permeando, pero fue hasta el año de 1923, que existió un pino de Navidad en los jardines de la Casa blanca y hasta 1933 que se instaló el famoso gran pino en el centro Rockefeller en Nueva York, que sale en varias películas famosas de temática navideña. Posterior a eso, la costumbre se adoptó en nuestro país, y tomó realmente fuerza hasta la década de los cincuenta del siglo XX. Se debe resaltar, que no solo los países mayoritariamente cristianos ponen pinos de navidad, pues en Japón, a pesar de practicar otras religiones, tienen la costumbre de celebrar con un pino de navidad y dar regalos, práctica que adquirieron de los soldados norteamericanos que ocuparon Japón después de la segunda guerra mundial.

Fig. 4. Ejemplar de herbario de un pino, Pinus ayacahuite.

El cultivo de árboles navideños es una práctica de silvicultura muy común hoy en día. La producción internacional de árboles de Navidad está liderada por Estados Unidos, donde se cortan hasta cuarenta millones de árboles por temporada. Se cultivan varias especies, en las cuales se incluyen pinos, pero son los abetos por una gran diferencia, los árboles de navidad más populares.

En México, se plantan más de cinco mil hectáreas de estas especies para cubrir la demanda de más de dos millones de árboles que se utilizan anualmente y de la cual, sorprendentemente, más de la mitad se importa desde Estados Unidos y Canadá a pesar de que los ecosistemas, climas y altitud en zonas de los estados de México, Puebla, Michoacán, Veracruz, Ciudad de México y Tlaxcala permiten su óptimo cultivo y desarrollo.

Fig. 5. Ejemplar de herbario de un abeto, Abies religiosa.

En términos ecológicos, las plantaciones de árboles de navidad son relativamente benignas, ya que captan carbono, recargan de agua los mantos acuíferos y previenen la erosión de suelos, acciones que otros tipos de cultivos no se generan.

Así que, en esta Navidad, cuando lleves un árbol a casa para adornarlo con esferas y luces, recuerda que muy en el fondo estás siguiendo una antiquísima costumbre de las tribus nórdicas y germanas, adoptada alrededor del mundo como símbolo para celebrar esta época del año, esperando que el espíritu de generosidad, de paz y de solidaridad llegue a tu casa.

Fig. 6. Ejemplar de herbario de un abeto, Pseudotsuga menziesii.

 

Fig. 7. Vista y plantación de pinos con individuos jóvenes.

Pies de foto:

 

Figura slider: Plantación de pinos de edad madura.

 

Fig. 1. Vista de una plantación de pinos de navidad.

 

Fotos tomadas por Enrique César Crivelli

 

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