Daño Colateral… Las canteras de la sierra Manuel Díaz

Israel Acosta Rosado1, Enrique César Crivelli1.

1Herbario XAL. Instituto de Ecología A.C. 

 

 

Palabras Clave: Servicios ambientales, daños ecosistémicos, sustentabilidad.

 

 

Resumen

El desarrollo de infraestructura es necesario para el progreso de un país, sin embargo se debe respetar el cumplimiento de las políticas que favorezcan el desarrollo socioeconómico sin comprometer a la conservación de los ecosistemas naturales.

 

¿Qué es un daño colateral? Este eufemismo se utiliza para referirse a los daños no intencionados que se producen como resultado de una operación, una maniobra o una acción indirecta, coloquialmente se refiere a cualquier consecuencia no deseada, no planeada o bien no considerada. En este artículo nos referiremos a estos daños como afectaciones ambientales que suelen ser pasados por alto o no visualizados cuando se implementan obras de construcción o extracción de recursos.

El impulso de las obras de infraestructura dentro de un país, tales como: carreteras, ferrocarriles, viviendas, redes de distribución eléctricas, puertos marítimos, aeropuertos, represas, etc., son innegablemente el detonante que facilita el desarrollo productivo-económico y con ello una mejora en la calidad de vida de la población. Sin embargo, cuando dicha infraestructura se planea, diseña, desarrolla o mantiene de forma inadecuada, se pone en riesgo a los ecosistemas y a toda la vida silvestre, llegando a ser perjudicial para nuestras propias comunidades.

Este tipo de situaciones han sido recurrentes a lo largo de la historia del desarrollo en nuestro país. Aun cuando en México contamos con un Marco Normativo y Regulatorio Ambiental para el desarrollo de la infraestructura, este generalmente ha sido ignorado y en el mejor de los casos superficialmente atendido por los desarrolladores, evadiendo las obligaciones preventivas, mitigantes y de reparación de los impactos generados. Esto generalmente sucede por variables administrativas del entorno gubernamental o empresarial, y puede ser consecuente por las premuras en los tiempos de entrega, cancelaciones de etapas, acciones y procesos, y también en la celeridad durante la obtención de insumos y materias primas necesarias.

Un ejemplo de ello se ha presentado dentro de la zona denominada como Sierra de Manuel Díaz, donde se han instalado varias canteras de piedra, en un área de 200 km2 donde se distribuyen bosques tropicales caducifolios y bosques tropicales subcaducifolios. Estas canteras se encuentran aledañas a la localidad de Mozomboa dentro del municipio de Actopan, a 20 km de Ciudad Cardel, en la zona centro del estado  de Veracruz.

Con el inicio de las obras de ampliación del Puerto de Veracruz en el año 2015, se estableció la primera cantera en la sierra para proveer el material pétreo requerido para el área de escolleras del nuevo puerto. Sin embargo, ante la demanda de material de construcción para otras obras gubernamentales actuales, y en menor proporción a la demanda local, esta zona de la Sierra está sometida a una extracción intensiva de material rocoso y sus derivados, para lo cual se encuentran establecidas y funcionando 5 canteras (Figura 1). El principal tipo de material explotado es el basáltico. Este material tiene una importante demanda y se extrae en forma de balasto, piedra que tiene un uso industrial y que se utiliza sobre las plataformas de las vías férreas para trasmitir las cargas que produce el material rodante.

Fig. 1. Ubicación de las canteras en la zona de la Sierra Manuel Díaz. Crédito: Israel Acosta Rosado

De acuerdo con la información pública, uno de los grupos constructores más grande que se encuentra operando en la zona, envía cada semana a Puerto Progreso, vía el puerto de Veracruz, alrededor de 14 mil toneladas de balasto a unos mil kilómetros del lugar de extracción (https://plumaslibres.com.mx/2021/11/22/semarnat-permite-a-indheca-saqueo-de-20-mil-toneladas-de-piedra-de-los-tuxtlas-y-actopan-para-construccion-de-tren-maya/), cuya obtención es a través de técnicas muy agresivas ambientalmente, ya que generalmente utilizan materiales explosivos como dinamita.

Lamentablemente, este tipo de actividad extractiva con el método utilizado, esta ocasionando una modificación drástica e irreversible en la dinámica de los ecosistemas de la Sierra Manuel Díaz, principalmente en la topografía, vegetación y sus servicios ambientales. Aun cuando se tiene documentada la relevancia de la protección de la flora y fauna silvestre, se ha restado la importancia biológica de las 698 especies de flora reportadas dentro de esta zona, para dar paso a una serie de actividades antropogénicas que están transformando el entorno en el corto plazo y con ello generando cambios que serán difícilmente reversibles en un futuro próximo.

Fig. 2. Panorámica del cerro Manuel Díaz. Crédito: Israel Acosta Rosado

La importancia biológica de las especies de flora reportados para la Sierra de Manuel Díaz se hace aún más evidente, ya que con base en la lista de especies consideradas por la NOM-059-2010 bajo alguna categoría de conservación 7 especies son consideradas endémicas, 5 especies en peligro de extinción, 7 especies amenazadas y una sujeta a protección especial (Cuadro 1).

Cabe resaltar que dicha Sierra es el hábitat natural de Eugenia mozomboensis especie localizada y descrita en 1986 para esta zona. Esta riqueza vegetal es también muy importante en las interacciones con especies animales. Esta zona ha fungido como refugio de avifauna tanto para especies residentes como migratorias, y sirve como lugar de alimentación y descanso ya que se encuentra situada en un corredor biológico para muchas aves que hacen largos viajes de migración desde Norteamérica durante la temporada invernal. Desafortunadamente, por las constantes actividades relacionadas con la extracción en las canteras, esta zona está dejando de ser frecuentada por las aves durante su paso.

Fig. 3. Daño ambiental visible en una cantera de Mozomboa. Crédito: Israel Acosta Rosado

Teniendo en consideración lo expuesto, es urgente trabajar en la implementación correcta de planes de manejo para las canteras instaladas en la sierra Manuel Díaz, para que esta biodiversa zona pueda continuar brindando los importantes servicios ecológicos que genera y no sufra daños irreversibles.

 

Cuadro 1. Especies NOM-059-2010, registradas en la zona Sierra Manuel Díaz
Familia Nombre Científico Distribución NOM-059-2010
Anacardiaceae Astronium graveolens Jacq. A
Asparagaceae Beaucarnea recurvata Lem. Endémica A
Bignoniaceae Tabebuia chrysantha (Jacq.) G. Nicholson A
Bixaceae Amoreuxia wrightii A. Gray P
Bromeliaceae Tillandsia concolor L.B. Sm. Endémica A
Cactaceae Pterocereus gaumeri (Britton & Rose) T. MacDoug. & Miranda Endémica P
Meliaceae Cedrela odorata L. Pr
Myrtaceae Eugenia mozomboensis P.E. Sánchez Endémica P
Polypodiaceae Polypodium triseriale Sw. A
Sapotaceae Sideroxylon capiri (A. DC.) Pittier A
Zamiaceae Dioon edule Lindl. Endémica P
Zamiaceae Zamia inermis Vovides, J.D. Rees & Vázq. Torres Endémica P
Zamiaceae Zamia loddigesii Miq. Endémica A

 

Fig. 4. La región de la sierra suele ser sitio de percha y alimentación de aves migratorias. Crédito: Israel Acosta Rosado