LOS FAMOSOS HONGOS ALUCINÓGENOS

Por: Virginia Ramírez-Cruz y Florencia Ramírez-Guillén

Red de Biodiversidad y Sistemática, Instituto de Ecología A.C.

 

Psilocybe caerulescens llamado “derrumbe” por los indígenas oaxaqueños

 

Resumen

Los hongos alucinógenos del género Psilocybe fueron redescubiertos en México, particularmente en Huautla de Jiménez, Oaxaca, y desde entonces se han hecho varios estudios con relación a su taxonomía, química, su uso terapéutico y recientemente estudios filogenético-evolutivos. Se cree que la mayor riqueza de especies se encuentra concentrada en las zonas tropicales y hay algunos taxones de distribución restringida.

 

Psilocybe mexicana llamado “pajarito” por los indígenas, uno de los primeros hongos alucinógenos de donde se aislaron los componentes activos psilocibina y psilocina, en 1958

 

Artículo

En México, estos hongos tienen importancia cultural debido a que los pueblos mesoamericanos los empleaban en sus ceremonias tradicionales. Actualmente, persiste el uso ceremonial, pero también su uso recreacional y ya no sólo en México, sino también en varias partes del mundo. Se conocen mundialmente porque su consumo provoca estados alterados de conciencia debido a la presencia de psilocibina y psilocina. Los compuestos pertenecen al grupo de las triptaminas, es decir tienen en su esqueleto molecular a la triptamina como base, como la bufotenina, presente en las glándulas de algunos sapos o la dimetiltriptamina presente en la ayahuasca; en ambos casos estas sustancias generan efectos alucinógenos como en el caso de los hongos del género Psilocybe. Sin embargo, la psilocibina no es exclusiva de Psilocybe, se encuentra también en otros géneros como Conocybe, Inocybe, Gymnopilus, Panaeolus, y Pluteus, todos ellos del orden Agaricales. Un estudio reciente llevado a cabo por Reynolds et al. (2018) mostró que la ruta biosintética de la molécula de la psilocibina se ha adquirido por transferencia horizontal de genes o HGT (Horizontal Gene Transfer) en diferentes linajes dentro del orden Agaricales; esto quiere decir que algunos otros organismos unicelulares transfirieron estos genes a los hongos a través de virus y plásmidos. La posesión de esta molécula quizá surgió como defensa ante los depredadores o para competir con otros organismos que crecen en el mismo sustrato que los hongos, cabe señalar que los linajes de Agaricales que producen psilocibina son saprobios, con excepción del género Inocybe que es ectomicorrizógeno. Otro aspecto interesante es que el blanco de acción de la psilocibina es el hombre, de tal forma que también se ha explorado su uso terapéutico. La psilocibina se ha empleado para tratar algunos problemas como desorden obsesivo compulsivo (Moreno et al. 2006), dolores de cabeza en racimos (Sempere et al. 2006) y algunos problemas de depresión y ansiedad (Daniel y Haberman 2017).

 

Psilocybe yungensis, de los pocos hongos con propiedades alucinógenas que crecen sobre madera

 

La riqueza de este género se estima en 114 especies de acuerdo con Guzmán (2008) o de acuerdo con otros autores hay cerca de 300 especies (He et al. 2020). También se ha hipotetizado que las zonas neotropicales y paleotropicales son las más diversas, con base en la descripción de especies nuevas para la ciencia en los últimos diez años, tanto en México y algunas zonas de Asia como China y Tailandia. El Dr. Gastón Guzmán, quién dedicó toda su vida al estudio de estos hongos señaló que en México hay 55 especies (Guzmán 2009). Las especies más comunes que podemos encontrar son Psilocybe cubensis, Psilocybe caerulescens, Psilocybe mexicana y Psilocybe zapotecorum, el resto tienen una distribución más restringida, e incluso algunas se han descrito únicamente de la localidad tipo y no se han vuelto a recolectar, como en el caso de Psilocybe meridionalis descrita de Jalisco. Los hongos del género Psilocybe se encuentran en zonas boscosas como el bosque tropical perennifolio, bosque mesófilo de montaña, bosques de encino-pino y también zonas abiertas como potreros, pastizales y cafetales. Son hongos saprobios y se desarrollan en diferentes sustratos tales como suelo, hojarasca, madera en descomposición y estiércol de ganado. Las características morfológicas que caracterizan a los basidiomas de este género son la siguientes: presentan coloraciones café amarillento, café anaranjado o café rojizo tanto en el sombrero como en el pie, las láminas son de color violáceo y se manchan de azul o azul-verdoso al maltratarse. Sin embargo, no son tan fáciles de determinar a simple vista, se requiere de experiencia en campo para poder hacerlo, por lo que es peligroso identificarlas únicamente con fotografías ya que puede confundirse con otros hongos que, si bien no son tóxicos mortales, pueden provocar malestares gastrointestinales. La especie más ampliamente distribuida en el país es Psilocybe cubensis, el resto de las especies no son tan fáciles de encontrar. Este hongo crece en estiércol de ganado, son relativamente grandes y presentan un anillo. Además de los aspectos mencionados arriba sobre su importancia para el hombre no debemos olvidar su papel dentro de los ecosistemas, al ser saprobios participan en el reciclaje de nutrientes ya que son degradadores de materia orgánica.

 

 

Psilocybe zapotecorum, crece en barrancas, cañadas

 

Literatura citada:

 

Daniel J, Haberman M. 2017. Clinical potential of psilocybin as a treatment for mental health conditions. The Mental Health Clinician 7:2428. DOI: 10.9740/mhc.2017.01.024.

Guzmán G. 2005. Species diversity of the genus Psilocybe (Basidiomycotina, Agaricales, Strophariaceae) in the world mycobiota, with special attention to hallucinogenic properties. International Journal of Medicinal Mushrooms 7:305–331.

Guzmán G. 2009. The hallucinogenic mushrooms: Diversity, traditions, use and abuse with special reference to the genus Psilocybe. En: Misra, J. K. y Deshmukh, S. K. (Eds.). Fungi from different environments. Science Publishers, Enfield, New Hampshire. pp. 256–277.

He MQ, Zhao RL, Hyde KD, Begerow D, Kemler M. et al. 2019. Notes, outline and divergence times of Basidiomycota. Fungal Diversity, 99: 105−367.

Moreno FA, Wiegand CB, Taitano EK, Delgado PL (2006) Safety, tolerability, and efficacy of psilocybin in 9 patients with obsessive-compulsive disorder. J Clin Psychiatry 67:1735–1740.

Reynolds HT, Vijayakumar V, Gluck-Thaler E, Korotkin HB, Matheny PB, Slot JC (2018). Horizontal gene cluster transfer increased hallucinogenic mushroom diversity. Evolution Letters 2-2:88-101.

Sempere AP, Berenguer-Ruiz L, Almazan F (2006) Chronic cluster headache: response to psilocybin. Rev Neurol 43:571–572.

 

Pies de figuras:

Psilocybe caerulescens llamado “derrumbe” por los indígenas oaxaqueños

 

Psilocybe mexicana llamado “pajarito” por los indígenas, uno de los primeros hongos alucinógenos de donde se aislaron los componentes activos psilocibina y psilocina, en 1958

 

Psilocybe yungensis, de los pocos hongos con propiedades alucinógenas que crecen sobre madera

 

Psilocybe zapotecorum, crece en barrancas, cañadas