Hongos: arsenal de compuestos bioactivos

Leonardo Serrano, Víctor M. Bandala, Leticia Montoya, Antero Ramos*

Red de Biodiversidad y Sistemática, Instituto de Ecología A.C. 

Resumen

Los hongos históricamente han sido considerados un valioso recurso natural para la sociedad y parte de su arsenal de compuestos han derivado en fármacos contra enfermedades.

 

Palabras claves

Fármacos, Hongos, Productos naturales.

Fig. 1. Investigaciones han revelado que los basidiomas de algunas especies de Gymnopus producen un alto contenido de compuestos químicos útiles. Crédito: Laboratorio de Biodiversidad y Sistemática de Hongos

Una gran cantidad de compuestos químicos con propiedades farmacológicas que actualmente conocemos, derivaron de remedios antiguos de origen natural, conocidos a partir de los testimonios de las personas que los utilizaban al observar los beneficios directos sobre su salud. De ahí que surgiera el interés en los productos naturales, los cuales han sido la fuente primaria para la obtención y descubrimiento de infinidad de ingredientes activos presentes en los medicamentos que conocemos. Los ejemplos típicos de estos, entre muchos otros, son: la aspirina (ácido acetilsalicílico) fármaco antipirético y analgésico, descubierto en cortezas de árboles de sauce blanco (Salix alba), y el taxol (paclitaxel) utilizado en el tratamiento del cáncer, descubierto en cortezas de árboles de tejo del pacífico (Taxus brevifolia).

Históricamente la búsqueda o bioprospección de productos naturales ha sido una alternativa que permite conocer los beneficios nutracéuticos y medicinales de diversos organismos como lo son plantas, bacterias, hongos y animales. Los hongos han jugado un valioso papel en la química de productos naturales, principalmente por su impresionante arsenal de compuestos químicos obtenidos de su metabolismo, y han sido una fuente de antibióticos (p.ej. la penicilina o las cefalosporinas), y también de ellos se han obtenido medicamentos para reducir el colesterol (p. ej. lovastatina) y fármacos para tratar a pacientes después de algún trasplante de órgano (ciclosporinas), compuestos químicos que fueron descubiertos en hongos microscópicos. No es de extrañar que hasta el año 2016, un 22% de las nuevas estructuras químicas aprobadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés), sean de origen fúngico.

Fig 2. Micelios de hongos saprótrofos aislados en laboratorio para investigación de sus componentes bioactivos.

En las últimas dos décadas, se incrementó el interés por el estudio de hongos que habitan ambientes terrestres, marinos y endófitos (estos últimos viviendo en los tejidos de plantas) como una fuente potencial de compuestos bioactivos, y derivado de nuestras investigaciones sobre el estudio de la diversidad y ecología de macrohongos en diferentes ecosistemas de Veracruz, enfocamos estudios hacia la búsqueda de bioproductos en especies de hongos silvestres, que posean compuestos que, de manera alterna, puedan ser usados en beneficio de la sociedad.

Los macrohongos en su composición química cuentan con compuestos bioactivos que se consideran el sustento científico detrás de los efectos medicinales de los productos naturales.  Los compuestos se han aislado e identificado a partir de cuerpos fructíferos, micelios y esporas, podemos mencionar por ejemplo a los polisacáridos que son macromoléculas de azúcares, y en particular destacan los β-glucanos conocidos por fortalecer el sistema inmunológico o los terpenoides, que se han asociado con actividades antioxidantes, antimicrobianas, antiproliferativas, antitumorales, antipalúdicas y anticolinesterásicas. También encontramos compuestos fenólicos, un interesante grupo de compuestos coloridos (presentes también en vegetales, frutas, etc.), que son importantes antioxidantes que previenen los efectos negativos de los radicales libres en nuestras células.

Los productos naturales con propiedades farmacológicas a partir de hongos están respaldados  por un arduo estudio científico, el cual se divide en etapas, iniciando con una búsqueda sistemática de organismos en la biodiversidad existente que puedan ofrecer un potencial uso en beneficio de la sociedad, posteriormente se llevan a cabo evaluaciones in vitro en el laboratorio, seguido de pruebas preclínicas, fases clínicas y finalmente una etapa de post-comercialización de los medicamentos, esto último para observar posibles efectos secundarios. Todo este proceso es largo, y de aproximadamente 10 mil compuestos candidatos solo uno o dos llegan a comercializarse, por tanto, los medicamentos usados hoy en día son el resultado de investigaciones de hace al menos una o dos décadas.

 

Agradecemos el apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT): proyecto cátedra 352 y Proyecto FORDECYT-PRONACES 263959.

 

Leyenda de figuras:

Slider: Las especies de marasmius están bien representadas en el Santuario del Bosque de Niebla. Crédito: Laboratorio de Biodiversidad y Sistemática de Hongos

 

Fig. 1. Investigaciones han revelado que los basidiomas de algunas especies de Gymnopus producen un alto contenido de compuestos químicos útiles. Crédito: Laboratorio de Biodiversidad y Sistemática de Hongos

 

Fig 2. Micelios de hongos saprótrofos aislados en laboratorio para investigación de sus componentes bioactivos.