La Fisiología Animal y el Ordenamiento Territorial de Xalapa

Carolina Valdespino, Sergio Albino-Miranda, Cecilia Castillo, Jorge Ramos-Luna, Zoila Guillen-Guillen, Luis Morales-Cid

Red de Biología y Conservación de Vertebrados, Instituto de Ecología A.C.

 

Municipio de la UGA 93 (Carolina Valdespino)

La interacción de funciones básicas en los organismos, como la reproducción, con las condiciones ambientales de un sitio pueden permitir el diagnóstico de la calidad y grado de conservación de los hábitats en que esos organismos se distribuyen.

Palabras clave: desorganizador endocrino, Ordenamiento Territorial, corticosterona, Archipiélago de bosque de niebla.

Los programas de reforestación en diversas zonas de Xalapa y alrededores entre 1973 y 1990 permitieron la recuperación de cobertura arbórea en áreas originalmente utilizadas como potreros. Especies vegetales típicas del bosque de niebla han ido recolonizando con la ayuda de dispersores de semillas y polinizadores que visitaban las nuevas zonas arboladas. Uno de los grupos de vertebrados simbiontes por su papel como dispersores de semillas en la regeneración de las zonas de bosque, son las aves. La determinación de las especies de aves presentes en un área de vegetación ha sido empleada como una medida de la recuperación de la vegetación original o como método de comparación. Herramientas fisiológicas hacen posible un diagnóstico usando especies o grupos de ellas para conocer el estado de sus funciones en relación al de las mismas especies en otras localidades.

Aves en el Archipiélago de Bosque de Niebla (Carolina Valdespino)

Algunas de estas áreas reforestadas se encuentran comprendidas dentro del Archipiélago de Bosque de Niebla. En el que hemos efectuado este diagnóstico, encontramos especies de aves compartidas con bosques más conservados en las laderas del Cofre de Perote. Esta zona, incluida en el Ordenamiento Territorial de Xalapa dentro de la UGA 93, San Antonio-Sordo, se recomienda principalmente el desarrollo de actividades de conservación tanto de las áreas verdes como del agua, aun si existe extracción de bajo impacto y producción agrícola.

Las herramientas fisiológicas utilizadas, han permitido establecer que, en los bosques recuperados, las aves compartidas tienen concentraciones de corticosterona menores que las que encontramos en áreas arboladas más cercanas a la ciudad. Las concentraciones de corticosterona miden el estrés fisiológico en las aves y, en este caso, diagnostican un estrés menor en estos sitios. La corticosterona en concentraciones elevadas, por periodos largos causa inhibición de la reproducción, poniendo en riesgo la persistencia de los organismos.

En estas áreas reforestadas, arroyos que son parte de la cuenca alta de La Antigua, han mantenido o han permitido la recuperación de bosques ribereños que sirven como albergue a especies animales que originalmente se distribuían en el bosque de niebla. Las franjas de vegetación sirven como filtro y retienen compuestos utilizados en cultivos en las tierras adyacentes o en partes más altas sobre las laderas para control de plagas. Son también filtro de medicamentos usados en el control de parásitos del ganado. Hemos reportado que, en la comparación entre paisajes con poca cobertura vegetal, aquellos que tienen una cubierta vegetal mayor son hábitat de especies de murciélagos con menores concentraciones bioacumuladas de estos compuestos. Debido a su efecto sobre la reproducción de los organismos en los que se bioacumulan (son desorganizadores endocrinos), su presencia en la fauna permite pronosticar un efecto negativo sobre las poblaciones de especies particulares.

Arroyo en la Cuenca Alta de la Antigua (Carolina Valdespino)

En el caso particular del fragmento boscoso en donde definimos concentraciones de corticosterona de aves, las concentraciones de los compuestos desorganizadores endocrinos medidos en el agua, se encuentran por debajo de los establecidos por las normas oficiales publicadas para definición de agua de consumo humano.

Estos estudios apoyan el papel de la vegetación ribereña como regulador de procesos en las zonas en que se localizan y para permitir determinar estados fisiológicos saludables en la fauna asegurando la persistencia de la misma.

Para los habitantes de estas localidades el conocimiento del estado de conservación de su entorno hace posible llevar a cabo acciones específicas de cuidado ambiental, si ese es su interés. Cuando ese conocimiento no es parte de sus intereses personales, aún puede permitirles un acercamiento con el área en que habitan, particularmente el conocimiento de la calidad del agua es actualmente un tema de importancia. Los medios actuales de divulgación de conocimiento y la existencia de redes sociales, hacen posible dar a conocer el trabajo científico que se efectúa cercano a sus hogares y enseña a valorar el sitio en que habitan.

Pie de figura:

Vista aérea de bosque dentro del archipiélago (Jorge Ramos-Luna)