CÓMO REHABILITAR A TU DRAGÓN

Sergio Albino1 y Edna Diaz2,

1Red de Biología y Conservación de Vertebrados

2Biólogos Únicos para la Conservación (BIUCO)

 

 

Resumen

 

La película que todos conocemos “Cómo entrenar a tu dragón” relata la historia sobre una relación extraña entre un humano y una criatura mítica, que se consideraba feroz y peligrosa, pero que en realidad era muy diferente. Eso mismo es lo que sucedió cuando rescatamos a Macarena, una cría hembra de murciélago que se separó accidentalmente de su madre, y que fue rescatada para su rehabilitación.

 

Palabras clave

Eptesicus fuscus, Rehabilitación, Murciélago.

 

Fig.1 Encuentra a Macarena en 30 segundos. La imagen muestra algunos de los lugares favoritos de Macarena para esconderse. Autor: Sergio Albino 

Similar a lo que sucede en la película cuando Hipo encuentra a Chimuelo, un dragón raro en medio del bosque con su cola rota que le impedía volar. Hace poco más de un año rescatamos una cría de murciélago de la especie Eptesicus fuscus que cayó al suelo y se lastimó su hombro izquierdo. Sin embargo, logramos que sobreviviera gracias a nuestros cuidados, y le llamamos Macarena.

Al comienzo Macarena se mostraba temerosa, pero con el pasar de los días fue tomándonos confianza. Ahora Macarena es dueña de 3 metros cuadros de nuestra casa, y esto incluye la parte trasera del televisor (donde le gusta pasar tiempo perchada durante la noche), una casita adaptada para que duerma cómoda y sin frío, y algunos otros resquicios de la casa donde ella se esconde ocasionalmente durante el día. Además, los muros rugosos le permiten desplazarse libremente por la casa, buscando el mejor lugar para descansar. Cabe mencionar que, nunca ha sido enjaulada y ella podría salir por alguna ventana o puerta del apartamento si así lo quisiera.

 

Fig.2 La imagen muestra a Macarena, una pequeña hembra de la especie Eptesicus fuscus alimentándose de tenebrios. Autor: Sergio Albino

 

La interacción ha crecido al grado de que hemos encontrado la forma de comunicarnos con Macarena, que realiza un chillido particular cuando tiene hambre. Generalmente lo hace cuando tiene ganas de unos gusanitos durante el día, o aproximadamente a las 9 pm, cuando sabe que es la hora de cenar. Al inicio tenía que ser alimentada directamente en su boca, pero ahora ya aprendió a comer sola en su plato. También ha aprendido a volar, pero solo lo hace de manera ocasional a distancias cortas cuando juega con nosotros.

Esta pequeñita es un individuo con pensamientos y sentimientos propios que a menudo nos sorprende con su propia personalidad. Le gusta jugar a esconderse, nos toca y se mete rápidamente a su manta. Como enriquecimiento ambiental tiene un peluche de su tamaño con el que pasa tiempo mordiendo y peleando; además, disfruta ser acicalada después de comer y con frecuencia duerme boca arriba en posición horizontal, lo que es inusual en un murciélago.

 

Fig. 3 Apapachando a Macarena tranquilamente después de comer. Autor: Sergio Albino

 

Para que esta convivencia sea posible, hay que aclarar algunas consideraciones importantes. Nosotros estamos entrenados en el manejo de mamíferos silvestres, estamos vacunados contra la rabia, respetamos cualquier forma de vida y, desde su llegada nos esforzamos por reducir en lo posible el ruido durante el día para evitar aturdirla, considerando que los murciélagos poseen un oído sensible. Macarena pertenece a una especie de murciélagos que basan su dieta en insectos, lo que nos permite mantenerla con una colonia viva de tenebrios (larvas de escarabajos), que es ideal para ella, y consume al día alrededor de 40 gusanos (8 g), que es el equivalente al 30% de su propio peso.

Que Macarena se haya adaptado a la convivencia humana es un suceso poco común, ya que por lo general los murciélagos no permiten ser alimentados por el humano y ellos prefieren conseguir su propio alimento. También prefieren lugares poco iluminados y silenciosos para descansar durante el día. Por esa razón pocos son los zoológicos en el mundo que tienen murciélagos en exhibición, y por lo general se trata de especies exóticas de hábitos diurnos que se alimentan de frutos.

Fig. 4 La imagen muestra a Macarena desplazarse por la pared para llegar a su sitio de descanso preferido. Autor: Sergio Albino

 

Se contempla que Macarena pueda ser liberada cuando termine su entrenamiento en una zona donde pueda encontrar alimento, pareja y un buen refugio. Finalmente, Es importante mencionar que los murciélagos no son mascotas y siempre será preferible mantenerlos en su hábitat natural, donde desempeñan un rol ecológico importante, regulando poblaciones de escarabajos y otros insectos.

Fig. 5 La imagen muestra a Macarena, una pequeña hembra de la especie Eptesicus fuscus perchada tranquilamente sobre la pared. Autor: José Cu-Vizcarra

Agradecimiento: a la Dra. Paulina García Bañuelos por sus atinas observaciones para enriquecer el manuscrito.