La misteriosa floración del bambú

Ma. Teresa Mejia-Saulés

Instituto de Ecología, A.C. (INECOL)

 

Resumen. La floración del bambú se puede presentar en ciclos de 7 hasta 120 años y generalmente la planta muere, no sin antes dejar sus semillas que germinarán y se desarrollarán en esplendidos bambúes.

 

Palabras clave:  Floración del bambú, floración gregaria y esporádica, reproducción del bambú

 

Figura 1. A. Espiguilla o “flor” del bambú cerrada. B. Espiguilla abierta mostrando las brácteas y los estambres. Foto: Ruiz-Sanchez E., et al . 2021.

El bambú es una planta muy conocida y típica de paisajes asiáticos tropicales. Pertenece a la familia de las gramíneas como el trigo, la cebada o el arroz, pero a simple vista no se parece demasiado a ellas. En el mundo hay más de 1,670 especies de bambúes silvestres, distribuidas en todos los continentes, con excepción de Europa y la Antártida. Por su forma de crecimiento, los bambúes pueden ser: bambúes leñosos y bambúes herbáceos. En América tenemos 591 especies, de las cuales 455 son bambúes leñosos y 136 son bambúes herbáceos.

Figura 2. Inflorescencia de Otatea acuminata en su hábitat natural. Foto: Ma. Teresa Mejia-Saulés

Una de sus diferencias más llamativas con las demás gramíneas, está en sus flores. Porque mientras que los cereales y demás gramíneas producen semillas año tras año, en la mayoría de las especies de bambú, las flores hacen acto de presencia después de varios años –o décadas- ¡Y después, la planta muere!. Las flores del bambú son, por lo tanto, un espectáculo raro de ver.  La flor del bambú es semejante a la de las gramíneas, tiene brácteas que cubren los estambres y pistilos que posteriormente van a formar el fruto y semilla (Figura 1).

Es tan particular la floración del bambú, que a diferencia de la mayoría de las plantas que conocemos y que presentan uno o varios ciclos de floración al año, la floración del bambú tal vez dependa de un reloj interno cuyo mecanismo aún permanece inexplorado.

El periodo más largo de floración se presenta en el bambú asiático Phyllostachys bambusoides, también conocido como bambú gigante o bambú japonés maderero, que florece con un intervalo de unos 120 a 130 años.

En México, las especies nativas o silvestres como el otate (Otatea acuminata) presenta un ciclo de floración entre 28 a 30 años (Figura 2) y el chiquián (Rhipidocladum racemiflorum) entre 7 a 10 o hasta 14 años (Figura 3). Estos resultados los hemos obtenido con la ayuda de los ejemplares del herbario (que son plantas secas y documentadas) (Figura 4) y de la Colección Nacional de Bambúes Nativos de México del Jardín Botánico “Francisco J. Clavijero” (Figura 5).

Figura 3. Inflorescencia de Rhipidocladum racemiflorum en su hábitat natural. Foto: Ma. Teresa Mejia-Saulés

Pero esto no es todo, curiosamente algunas plantas de la misma especie florecen al mismo tiempo y hablamos de plantas desperdigadas por todo el mundo, no sólo en las tierras de origen, sino también a miles de kilómetros de distancia y con climas absolutamente diferentes. Este fenómeno aún no ha sido esclarecido, lo que los científicos sugieren es que se debe a que todas provienen de la misma planta madre, razón por la que comparten su ADN y son en resumidas cuentas clones de la misma. A este tipo de floración se le denomina floración gregaria. También hay especies de bambú que presentan una floración esporádica o sea que su floración se presenta en algunas plantas de bambú y en una región o lugar determinado.

Figura 4. Ejemplar del herbario XAL de Rhipidocladum racemiflorum en floración. Foto: Ma. Teresa Mejia-Saulés.

 

Floración, muerte y vida

Una vez que el bambú florece, en la mayoría de las especies la planta muere ya que el bambú hace un esfuerzo energético enorme para producir semillas, dejando exhausta a la planta (Figura 6). Pero sus semillas  (Figura 7) caen al suelo dando origen a nuevas plantas que se irán multiplicando mediante rizomas.

Figura 5. Colección Nacional de Bambúes Nativos de México. Foto: Ma. Teresa Mejia-Saulés

La muerte de las plantas de bambú ha sido un problema en el sur y este de Asia, donde el bambú es un elemento fundamental de los ecosistemas, pero también de las sociedades humanas. Ya que la muerte repentina de un bosque ocasiona problemas ecológicos: el bambú es el alimento de muchos animales, como por ejemplo los pandas (tanto el oso panda como el panda rojo) que se alimentan de bambú y cuando están en floración deja de ser comestible, un aspecto que pone en riesgo la supervivencia de las colonias de los pandas. También puede tener un impacto en la economía local ya que el bambú tiene muchas utilidades, principalmente en la construcción, aunque también como alimento o para fabricar diferentes utensilios.

 

¿La floración del bambú augura desastres?

En las leyendas populares de diversas culturas, la floración del bambú se asocia a desastres naturales, malas cosechas, plagas y pandemias. Otras sin embargo, creen que si alguien pasa por un bosque de bambú y le cae una flor en su cabeza, esa persona será beneficiada con riquezas en abundancia. Pero lo que si es cierto es que lo que más afecta a los humanos y a los ecosistemas es la plaga de ratas que acompaña a las semillas de bambú. En el sur de Asia, alrededor de la frontera entre la India y Myanmar, cada 48-50 años se produce lo que conocen como Mautâm. Es lo que en idioma mizo se traduciría como “muerte del bambú”. Se trata de una gran plaga de roedores causada por la liberación de semillas de la especie de bambú Melocanna baccifera. En esta zona del Sureste Asiático hasta el 30% de la superficie está cubierta de bosques de bambú. Cuando se produce la floración, el terreno se cubre de este “arroz de bambú” que alimenta a los roedores. En consecuencia, animales como la rata negra (Rattus rattus) o la rata topo de la India (Bandicota bengalensis) se alimentan de este festín y se reproducen exponencialmente. Cuando las semillas de bambú empiezan a escasear, los millones de roedores se dirigen a otros terrenos. En cuestión de meses, la gran plaga ataca plantaciones, inunda aldeas y propaga enfermedades. Resulta extraño pensar que una planta tan conocida y útil para los humanos origine hordas de ratas con tan solo florecer.

Figura 6. Planta de bambú seca después de la floración (colección de bambúes). Foto: Ma. Teresa Mejia-Saulés

Si la floración del bambú se tarda años en presentarse, entonces ¿cómo se reproducen los bambúes?

Otro aspecto interesante del bambú es su forma de asegurar su reproducción, si no hay floración frecuente no abra semillas con las cuales surgirán nuevas plantas. Pero la naturaleza ha dotado de rizomas al bambú, los cuales son un tallo o culmo que crece de manera subterránea en el sentido horizontal dando lugar al surgimiento de brotes y raíces a través de sus nudos. Estos brotes que se reproducen, van creciendo hacia arriba hasta sobrepasar el suelo y llegar al exterior donde el sol y el agua los ayuda a seguir desarrollándose hasta alcanzar su estado de desarrollo de la madurez.

 

Referencias

Judziewicz, E. J., L. G. Clark , X. Londoño and M. J. Stern. 1999. American Bamboos. Washington D. C.  Smithsonian Institution Press.

Mejía-Saulés, M.T. 2004. Los Bambúes Nativos de México. No. 1. Instituto de Ecología A.C., Xalapa, Veracruz.

Pale, P. J. y Mejía-Saulés, M.T. 2004. Los Bambúes Nativos de México: CHIQUIAN. No. 2. Instituto  de Ecología A. C. Xalapa, Veracruz.

Ruiz-Sanchez, E.,  V. Sosa, M.T. Mejía-Saules, X. Londoño and L. G. Clark. 2011. A Taxonomic Revision of Otatea (Poaceae: Bambusoideae: Bambuseae) Including Four New Species Systematic Botany, 36(2):314-336.

Ruiz-Sanchez, E., R. Romero-Guzman,  A. Flores-Argüelles, J. P. Ortiz-Brunel Y  L.G. Clark. 2021. Chusquea contrerasii and C. guzmanii (Poaceae, Bambusoideae, Bambuseae, Chusqueinae), two new endemic species from Jalisco, Mexico. Phytotaxa 497 (3): 285–297

 

Pie de figuras

Portada. Inflorescencia del chiquián (Rhipidocladum racemiflorum). Foto: Ma. Teresa Mejia-Saulés

 

 

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